Este es el siglo que conoce las más
crueles persecuciones contra el
cristianismo primitivo.
Se trata de la tercera generación de
hombres de fe, herederos de las
enseñanzas de los padres apostólicos,
que van perfilando las grandes
doctrinas teológicas que se harán "oficiales"
en los siglos a venir.
El comienzo de las grandes
divisiones dentro del cristianismo,
y de las disputas teológicas que
darán lugar a los concilios del
siglo siguiente.
En este siglo comienza a gestarse la
posterior institucionalización de la
Iglesia, y Roma empezará,
tímidamente al principio, a reclamar
la primacía sobre el resto de las
iglesias. |