Tras la muerte del último apóstol,
Juan, en el año 100 d.c.,
conoceremos a los depositarios de la
doctrina evangélica: los Padres
apostólicos de finales del primer
siglo y principios del segundo,
discípulos y conocedores directos de
algunos de los apóstoles y único
lazo con los que conocieron
personalmente al Salvador (Ignacio,
Clemente y Policarpo).
Veremos también las grandes
persecuciones de este siglo, el
movimiento montanista (los "carismáticos"
del s. II) y el destino misterioso
de la primera iglesia judía de
Jerusalén, así como de grupos
judeocristianos como los "Ebionitas
y los Nazarenos".
Conoceremos asimismo al gran paladín
de la fe de este siglo II: Ireneo de
Lión, discípulo de Policarpo.
La iglesia además se comienza a
alejar de sus orígenes judíos y
surge la controversia con los
citados elementos y comunidades
judeocristianos en el seno de la
misma. |