EL ARRIANISMO
"En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con
Dios. Todas las cosas por el
fueron hechas, y sin el nada
de lo que ha sido hecho, fue
hecho." (Juan 1:1-3)
Cuando hoy en dia hablamos
de la peligrosa secta autodenominada "Testigos de
Jehova", de aparicion con tal nombre en el S .XIX,
deberiamos saber que en el
siglo IV, en los origenes
del cristianismo, la
cristologia que este grupo
profesa y ensena (que Jesus
fue creado antes de las
demas "cosas creadas",
negando asi su divinidad y
su eternidad en union con el
Padre), estuvo a punto de
triunfar sobre la postura trinitaria (que hoy en dia
profesan Catolicos Romanos,
Ortodoxos y Protestantes)
bajo el nombre de ARRIANISMO.
El estudiante de la historia
de la iglesia primitiva se
sorprendera al constatar que
"por muy poco" esta postura
casi se impuso sobre la fe
apostolica. De hecho gran parte
de la cristiandad de
aquellos tormentosos annos
despues de las ultimas
persecuciones, cuando el
cristianismo se tolero y mas
tarde se convirtio en "Religion Oficial del Imperio Romano",
fue arriana. Asi por ejemplo
los Visigodos que invadieron
Espana tras la caida del
Imperio Romano de Occidente,
no lograron establecer su
reino de manera eficaz hasta
que no renegaron de su fe
arriana a finales del S. VI
A
continuacion se explica el
origen de la controversia
arriana:
"Y [creemos]
en un Sennor Jesucristo, el
Hijo de Dios, engendrado
como el Unigenito del Padre,
es decir, de la substancia
del Padre, Dios de Dios, luz
de luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado,
no hecho, consubstancial al
Padre .. (Credo
de Nicea, principios del
siglo IV)"
Desde sus mismos inicios, la
iglesia habia estado
envuelta en controversias
teologicas. En tiempos del
apostol Pablo fue la
cuestion de la relacion
entre judios y gentiles;
despues aparecio
la amenaza
del gnosticismo y de otras
doctrinas semejantes; en el
siglo III, cuando Cipriano
era obispo de Cartago, se
debatio
la cuestion de la
restauracion de los caidos.
Todas estas fueron
controversias importantes, y
a veces amargas. Pero en
aquellos casos habia dos
factores que limitaban el
fragor de las contiendas.
El primero era que el
unico
modo de ganar el debate
frente a los contrincantes
era la fuerza del argumento
o de la fe. Cuando dos
bandos diferian en cuanto a
cual de ellos interpretaba
el evangelio correctamente,
no era posible acudir a las
autoridades imperiales para
zanjar las diferencias. El
segundo factor que limitaba
el alcance de las
controversias es que quienes
estaban envueltos en ellas
siempre tenian otras
preocupaciones ademas de la
cuestion que se discutia.
Pablo, al mismo tiempo que
escribia contra los
judaizantes, se dedicaba a
la labor misionera, y
siempre estaba expuesto a
ser encarcelado, azotado, o
quiza
muerto. Tanto
Cipriano como sus
contrincantes sabian que la
persecucion que acababa de
pasar no era la ultima, y
que por encima de ambos
bandos todavia estaba el
Imperio, que en cualquier
momento podia desatar una
nueva tormenta. Y lo mismo
puede decirse de los
cristianos que en el siglo
segundo discutian acerca del
gnosticismo.
Pero con el advenimiento de
la paz de la iglesia las
circunstancias cambiaron.
Ya el peligro de la
persecucion parecia cada vez
mas remoto, y por tanto
cuando surgia una
controversia teologica
quienes estaban envueltos en
ella se sentian con mas
libertad para proseguir en
el debate. Mucho mas
importante, sin embargo, fue
el hecho de que ahora el
estado estaba interesado en
que se resolvieran todos los
conflictos que pudieran
aparecer entre los fieles.
Constantino pensaba que la
iglesia debia ser "el
cemento del Imperio", y por
tanto cualquier division en ella le parecia amenazar la
unidad del Imperio. Por
tanto, ya desde tiempos de
Constantino, segun veremos
en el presente capitulo, el
estado comenzo
a utilizar su
poder para aplastar las
diferencias de opinion que
surgian dentro de la
iglesia. Es muy posible que
tales opiniones disidentes
de veras hayan sido
contrarias a la verdadera
doctrina cristiana, y que
por tanto hayan hecho bien
en desaparecer. Pero el
peligro estaba en que, en
lugar de permitir que se
descubriera la verdad
mediante el debate teologico
y la autoridad de las
Escrituras, muchos
gobernantes trataron de
simplificar este proceso
sencillamente decidiendo que
tal o cual partido estaba
errado, y ordenandole
callar. El resultado fue
que en muchos casos los
contendientes, en lugar de
tratar de convencer a sus
opositores o al resto de la
iglesia, trataron de
convencer al emperador.
Pronto el debate teologico
descendio
al nivel de la
intriga politica particularmente en el siglo
V .
Todo esto comienza a verse
en el caso de la
controversia arriana, que
comenzo
como un debate local, crecio
hasta
convertirse en una seria
disension en la que
Constantino creyo
deber
intervenir, y poco despues
dio en una serie de intrigas
politicas. Pero si nos
percatamos del espiritu de
los tiempos, lo que ha de
sorprendernos no es tanto
esto como el hecho de que a
traves de todo ello la
iglesia supo hacer
decisiones sabias,
rechazando aquellas
doctrinas que de un modo u
otro ponian en peligro el
mensaje cristiano.
Los
origenes de la controversia
arriana
Las raices de la
controversia arriana se
remontan a tiempos muy
anteriores a Constantino,
pues se encuentran en el
modo en que, a traves de la
obra de Justino, Clemente de
Alejandria, Origenes y
otros, la iglesia entendia
la naturaleza de Dios.
Cuando los cristianos de los
primeros siglos se lanzaron
por el mundo a proclamar el
evangelio, se les acusaba de
ateos e ignorantes. En
efecto, ellos no tenian
dioses que se pudieran ver o
palpar, como los tenian los
paganos. En respuesta a
tales acusaciones, algunos
cristianos apelaron a
aquellas personas a quienes
la antiguedad consideraba
sabios por excelencia, es
decir, a los filosofos. Los mejores de entre los
filosofos paganos habian
dicho que por encima de todo
el universo se encuentra un
ser supremo, y algunos
habian llegado hasta a decir
que los dioses paganos eran
hechura humana. Apelando a
tales sabios, los cristianos
empezaron a decir que ellos
tambien, al igual que los
filosofos de antanno, creian
en un solo ser supremo, y
que ese ser era Dios. Este
argumento era fuertemente
convincente, y no cabe duda
de que contribuyo
a la
aceptacion del cristianismo
por parte de muchos
intelectuales.
Pero ese argumento encerraba
un peligro. Era muy posible
que los cristianos, en su
afan por mostrar la
compatibilidad entre su fe y
la filosofia, llegaran a
convencerse a si
mismos de
que el mejor modo de
concebir a Dios era, no como
lo habian hecho los profetas
y otros autores
escriturarios, sino mas bien
como Platon, Plotino y
otros. Puesto que estos
filosofos concebian la
perfeccion como algo
inmutable, impasible y
estatico, muchos cristianos
llegaron a la conclusion de que tal era el Dios de que
hablaban las Escrituras.
Naturalmente, para esto era
necesario resolver el
conflicto entre esa idea de
Dios y la que aparece en las
Escrituras, donde Dios es
activo, donde Dios se duele
con los que sufren, y
donde Dios interviene en la
historia.
Este conflicto entre las
Escrituras y la filosofia en
lo que se refiere a la
doctrina de Dios se resolvio
de dos modos.
Uno de ellos fue la
interpretacion alegorica de las Escrituras. Segun esa
interpretacion, dondequiera
que las Escrituras se
referian a algo "indigno" de
Dios -es decir, a algo que
se oponia al modo en que los
filosofos concebian al ser
supremo- esto no debia
interpretarse literalmente,
sino alegoricamente. Asi, por ejemplo, si las
Escrituras se refieren a
Dios hablando, esto no ha de
entenderse literalmente,
puesto que un ser inmutable
no habla. Intelectualmente,
esto satisfizo a muchos.
Pero emocionalmente esto
dejaba mucho que desear,
pues la vida de la iglesia
se basaba en la idea de que
era posible tener una
relacion
intima con un Dios
personal, y el ser supremo
inmutable, impasible,
estatico y lejano de los
filosofos no era en modo
alguno personal.
Esto dio origen al segundo
modo de resolver el
conflicto entre la idea de
Dios de los filosofos y el testimonio de las
Escrituras. Este segundo
modo era la doctrina del
Logos o Verbo, segun la
desarrollaron Justino,
Clemente, Origenes y otros.
Segun esta doctrina, aunque
es cierto que Dios mismo -el
"Padre"- es inmutable,
impasible, etc., Dios tiene
un Verbo, Palabra, Logos o
Razon que si
es personal, y
que se relaciona
directamente con el mundo y
con los seres humanos. Por
esta razon, Justino dice que
cuando Dios le hablo
a Moises, quien hablo
no fue
el Padre, sino el Verbo.
Debido a la influencia de
Origenes y de sus
discipulos, este modo de ver
las cosas se habia difundido
por toda la iglesia oriental
-es decir, la iglesia que
hablaba griego en lugar de
latin. Este fue el contexto
dentro del cual se
desarrollo
la controversia
arriana, y a la larga el
resultado de esa
controversia fue mostrar el
error de ver las cosas de
esta manera.
La controversia
surgio
en la ciudad de Alejandria, cuando Licinio
gobernaba todavia en el este
y Constantino en el oeste.
Todo comenzo
en una serie de
desacuerdos teologicos entre
Alejandro, obispo de
Alejandria, y Arrio, uno de
los presbiteros mas
prestigiosos y populares de
la ciudad.
Aunque los
puntos que se debatian eran
diversos y sutiles, toda la
controversia puede resumiese
a la cuestion de si el Verbo
era coeterno con el Padre o
no. La frase principal que
se debatia era si, como
decia Arrio, "hubo cuando el
Verbo no existia".
Alejandro sostenia que el
Verbo habia existido siempre
junto al Padre. Arrio
arguia lo contrario. Aunque
esto pueda parecernos
pueril, lo que estaba en
juego era la divinidad del
Verbo.
Arrio decia que el Verbo no
era Dios, sino que era la
primera de todas las
criaturas. Notese que lo
que Arrio decia no era que
el Verbo no hubiera
preexistido antes del
nacimiento de Jesus. En esa
preexistencia todos estaban
de acuerdo. Lo que Arrio
decia era que el Verbo, aun
antes de toda la creacion, habia sido creado por Dios.
Alejandro decia que el
Verbo, por ser divino, no
era una criatura, sino que
habia existido siempre con
Dios. Dicho de otro modo,
si se tratara de trazar una
linea divisoria entre Dios y
las criaturas, Arrio
trazaria la linea entre Dios
y el Verbo, colocando asi
al Verbo como la primera de las
criaturas, mientras que
Alejandro trazaria la linea
de tal modo que el Verbo
quedara junto a Dios, en
distincion de las criaturas.
Cada uno de los dos partidos
tenia -ademas de ciertos
textos biblicos favoritos-
razones logicas por las que
le parecia que la posicion
de su contrincante era
insostenible.
Arrio, por una
parte, decia que lo que
Alejandro proponia era en
fin de cuentas abandonar
el monoteismo cristiano,
pues segun el esquema de
Alejandro habia dos que eran
Dios y por tanto dos dioses.
Alejandro
respondia que la posicion de Arrio negaba la divinidad
del Verbo, y por tanto de
Jesucristo. Ademas, puesto
que la iglesia desde los
inicios habia adorado a
Jesucristo, si aceptaramos
la propuesta arriana
tendriamos, o bien que dejar
de adorar a Jesucristo, o
bien que adorar a una
criatura. Ambas
alternativas eran
inaceptables, y por tanto
Arrio debia estar
equivocado.
El conflicto salio
a la luz
publica cuando Alejandro,
apelando a su
responsabilidad y autoridad
episcopal, condeno
las
doctrinas de Arrio y le
depuso de sus cargos en la
iglesia de Alejandria.
Arrio no acepto
este
veredicto, sino que apelo
a
la vez a las masas y a
varios obispos prominentes
que habian sido sus
condiscipulos en Antioquia-
Pronto hubo protestas
populares en Alejandria,
donde las gentes marchaban
por las calles cantando los
refranes teologicos de Arrio. Ademas, los obispos
a quienes Arrio habia
escrito respondieron
declarando que Arrio tenia
razon, y que era Alejandro
quien estaba ensennando
doctrinas falsas. Luego, el
debate local en Alejandria
amenazaba volverse un cisma
general que podria llegar a
dividir a toda la iglesia
oriental.
En esto estaban las cosas
cuando Constantino, que
acababa de derrotar a
Licinio,
decidio
tomar
cartas; en el asunto. Su
primera gestion consistio
en enviar al obispo de Cordoba, su consejero en materias
eclesiasticas, para que
tratara
de reconciliar a las
partes en conflicto.
Pero cuando Osio le
informo
que las raices de la
disputa eran profundas, y
que la disension no podia
resolverse mediante
gestiones individuales,
Constantino decidio
dar un
paso que habia estado
considerando por algun
tiempo: convocar a una gran
asamblea o concilio de todos
los obispos cristianos, para
poner en orden, la vida de
la iglesia, y para decidir
acerca de la controversia
arriana.
(Articulo de la Obra "Una
Historia Ilustrada del
Cristianismo" Tomo 2 Pags.
87-92; Ed. Caribe, 1978
Miami, Florida)
Notara el lector que quien
convoco el concilio fue el
mismo emperador Romano, un
hombre no cristiano (pese a
lo que algunos quieran hacer
ver) y adorador del "Sol
Invicto".
Lo que el enemigo de la fe
no habia logrado con las
persecuciones, los leones y
los tormentos, estaba ahora
a punto de lograrlo por
medio de metodos mas sutiles
y efectivos. El paganismo,
el culto romano, el
antisemitismo y todo tipo de
nefastas cosas entraron
ahora de manera velada en
una iglesia que recien
probada por el tormento de
las persecuciones, no supo
desembarazarse de las
disputas doctrinales y
teologicas, y del orgullo
humano que se levanta contra
Dios. Habiendo acabado las
persecuciones en el anno 311,
en una fecha tan temprana
como el 314 al 321 los que
una vez fueron perseguidos,
ahora se convertirian en
perseguidores de todo aquel
que no pensaba en
uniformidad a las doctrinas
"oficiales" (Catolicos persiguieron a los
donatistas, arrianos a los
catolicos, catolicos a los arrianos, todos de la mano
del poder civil e imperial,
segun interesase a este en
el momento). |