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Como acabamos de ver, La Biblia es un
libro muy especial. No se trata de simple literatura (como muchos
profesores en la materia pretenden hacerle creer a sus estudiantes). la
Biblia es un libro que ofrece verdades espirituales; verdades que tienen
valor para nuestra vida terrenal como así también para toda la
eternidad.
Por eso, para poder obtener el mayor
provecho posible del estudio de éste libro único, es imprescindible que
el lector tenga siempre presente en su estudio cinco características
básicas.
1 - SER RESPETUOSO
La Biblia es la revelación del
Omnipotente; es el milagro permanente de la soberana gracia de Dios; es
el código divino pro el cual seremos juzgados en el día supremo; es el
testamento sellado con la sangre de Cristo (Lund y Nelson).
El autor de la epístola a los Hebreos nos
recuerda que "... La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que espada de dos filos" (Heb 4:12)
De estas dos citas se desprende la
necesidad de ser respetuosos ante un libro cuyo valor jamás podremos
entender en su totalidad.
2 - SER HUMILDE
El tener prejuicios o el considerarse por
demás sabio y entendido nos puede llevar la perspectiva correcta de lo
que es La Biblia. No se trata de cosas humanas sino divinas y
espirituales.
3 - SER AMANTE DE LA VERDAD
Los nobles de Berea (Hech 17) nos dan un
ejemplo que aún hoy deberíamos seguir. Para ellos no era suficiente
escuchar con respeto al famoso Pablo. Tampoco bastaba con actuar en
forma humilde y atender a lo que el apóstol les pretendía enseñar. Para
los nobles, lo único que tenía valor era la verdad. Por eso, luego de
escuchar, escudriñaban Las Escrituras "... para ver si estas cosas
eran así" (Hch 17:11), aunque ello no significa que pusieran en duda
la palabra del apóstol. También
para nosotros solamente la verdad comprobada debe dejarnos satisfechos.
4 - SER PACIENTE
Como ya lo hemos visto, es un hecho que
muchos pasajes bíblicos son oscuros, de difícil interpretación. El
lograr comprenderlos puede llevar tiempo. Por eso Jesucristo mismo nos
invitó a estudiar pacientemente La Biblia para encontrar la verdad
acerca de Dios.
5 - SER PRUDENTE
Si queremos aprender a nadar, no es
aconsejable que nuestra primera clase de instrucción sea saltando desde
un barco a las aguas del océano. Por el contrario: comenzaremos en una
piscina donde hagamos pié para luego ir creciendo en el desafío.
Algo similar ocurre en nuestro estudio de
La Biblia. Debemos comenzar por los textos más sencillos, y a medida que
maduramos en nuestro conocimiento, iremos aumentando la dificultad de
los pasajes a estudiar.
Aquí es bueno considerar además la ayuda
que otros nos pueden brindar, como así también el constante requisito de
acercarnos a las páginas bíblicas en oración, buscando en su Autor la
guía necesaria para la buena interpretación.
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Estamos de acuerdo en que La Biblia es un
libro muy especial, entre otras cosas, por que su lenguaje no es el
corrientemente utilizado por nosotros. Estamos también de acuerdo en
que debemos interpretar esos pasajes difíciles de entender. Pero no
podemos tener una interpretación privada.
Entonces, para simplificar en algo el
estudio de los mismos, es que la Hermenéutica bíblica nos proporciona
una serie de reglas. Si las seguimos tendremos las mejores posibilidades
de alcanzar el éxito.
REGLA FUNDAMENTAL:
La Biblia es su propio intérprete
La historia de la humanidad en general, y
de la iglesia en particular, está plagada de incidentes y catástrofes
cuya causa directa ha sido la interpretación privada, por una persona o
por un grupo, de distintos pasajes bíblicos. Los judíos rechazaron a
Jesús; la Iglesia Católica y su idea del papado; los nazis y el
holocausto del pueblo judío - buscando una raza perfecta - son sólo
algunos ejemplos de esas catástrofes.
Por eso a nadie la debería sorprender la
necesidad de seguir la regla fundamental de la Hermenéutica bíblica, la
cual nos expresa que La Biblia es el mejor intérprete de La Biblia.
De esto se desprende que ninguna doctrina
puede llamarse bíblica si no incluye - dentro de sí - todo lo que el
Sagrado Libro enseña respecto a un tema en particular. Antes de poder
denominarla "una doctrina bíblica", se deben tener presentes
todas las enseñanzas, mandatos y prohibiciones que hay en La Palabra de
Dios en relación al tema en cuestión.
PRIMERA REGLA - Siempre que sea
posible, tomemos las palabras en su sentido más común
Es muy fácil, sobre todo para quienes no
tienen las mejores intenciones, darle a los textos bíblicos las más
disparatadas interpretaciones. Es suficiente un poco de fantasía para
tergiversar la verdad que La Escritura quiere enseñarnos. Por eso la
validez de esta primera regla: siempre que nos fuere posible, debemos
tomar las palabras por lo que son, sin forzarlas a un contenido que el
autor no quiso darles.
Sin embargo es bueno que recordemos que
muchos pasajes son oscuros y difíciles de entender. En las páginas
bíblicas nos encontramos a menudo con expresiones y modismos propios de
los idiomas originales, como así también figuras que pretenden ayudarnos
a entender una verdad más profunda, una verdad espiritual. Es
necesario interpretar entonces lo que leemos.
Consideremos un ejemplo:
En San Lucas 15:8 Jesús habla acerca de
una mujer que perdió una dracma. Allí el Maestro nos relata el accionar
de aquella mujer en procura de encontrar lo que había perdido. Si bien
el relato es sencillo y pudo ser real, la intención de Jesús era
enseñarle a sus oyentes una verdad más profunda.
Aquí la mujer representa al propio Cristo,
quien se esmera en sobremanera para encontrar la moneda extraviada, que
representa a cada ser humano que aún no ha tenido un encuentro con su
Salvador y por lo tanto está perdido.
Resumiendo: siempre que sea posible,
debemos tomar las palabras en su sentido más común. Pero eso no
significa que siempre sea así - en ocasiones es imprescindible buscar
la interpretación de lo que leemos.
SEGUNDA REGLA - Tomemos las palabras
en el sentido que indica la frase
Muchas veces, la interpretación de lo que
leemos está en la frase donde se incluye la palabra en estudio. Teniendo
en cuenta el conjunto de la frase es probable que logremos comprender lo
que se nos quiere enseñar.
Veamos un ejemplo.
La palabra FE tiene un significado
primario - confianza. Sin embargo, al estudiar Las Escrituras podemos
encontrarnos con pasaje donde la misma palabra FE puede
significar cosas distintas.
En la carta a los Gálatas, por ejemplo, el
apóstol Pablo menciona la palabra (Gál 1:23). Leyendo el conjunto de la
frase comprendemos que Pablo aquí no se refiere a la confianza que
podamos o no tener, sino la creencia o doctrina que el propio
apóstol predicaba.
Por su parte, al escribirle a los romanos,
Pablo utiliza la palabra FE pero con el significado de una
convicción personal en relación a lo que comían (Rom 14:23)
Por último, el mismo apóstol - hablando en
Atenas - usa la misma palabra FE para hablar de la prueba
que Dios dió a la humanidad; la prueba que demostraba que Jesús era y es
el Salvador y el futuro Juez de toda la creación (Hch 17:31).
Es decir: la misma palabra FE que
generalmente recibe el significado de confianza, puede en las
páginas bíblicas denotar creencia, convicción o prueba. La
interpretación correcta la encontramos al aplicar la segunda regla,
teniendo en cuenta el conjunto de la frase.
TERCERA REGLA - Tomemos en cuenta el
contexto
En ocasiones no es suficiente que leamos y
consideremos la frase. La interpretación que estamos buscando se
encuentra fuera de esa frase y por eso se nos hace necesaria esta
tercera regla que nos guía a estudiar el contexto.
El contexto no es otra cosa que lo que
está antes y lo que está después de la frase en cuestión. O sea, lo que
hacemos es ampliar - una vez más - el campo de estudio, siempre en busca
de la comprensión adecuada.
Dentro del contexto podemos encontrar
palabras o expresiones aclaratorias a lo que estamos estudiando. También
es posible encontrar palabras sinónimas (semejantes) o palabras opuestas
que nos marquen la interpretación correcta.
Veamos un par de ejemplos:
En su epístola a los efesios, Pablo
escribe acerca de un misterio que le fué declarado (Ef 3:3). Al
leer el contexto podemos llegar a la conclusión de que dicho misterio
muestra la participación que los gentiles (los no judíos) tenían y
tienen en los beneficios del Evangelio.
Por otra parte, en Romanos 6:23, el mismo
Pablo utiliza palabras opuestas para enseñarnos lo que Dios no da. El
apóstol habla de la paga que es la muerte, mientras que la
dádiva (el regalo) de Dios es la vida eterna, posible en Jesucristo
nuestro Señor.
ES IMPORTANTE TENER EN CUENTA LA SIGUIENTE
ADVERTENCIA: las divisiones en capítulos y versículos que tenemos en
nuestras Biblias, no fueron realizadas por los escritores bíblicos.
Dichas divisiones surgieron muchos siglos más tarde para facilitar la
lectura y el estudio de Las Escrituras.
Por dicha razón, el contexto de un pasaje
que estamos estudiando no necesariamente lo vamos a encontrar en el
mismo capítulo. A veces ese contexto está en un capítulo anterior o en
el siguiente.
Ejemplo de esto es el llamado Capítulo del
Amor (1a Cor 13) cuyo contexto incluye todo el capítulo 12 y además el
capítulo 14, donde se nos habla de los dones del Espíritu Santo y del
hablar en lenguas respectivamente. El resumen de este contexto está al
final del capítulo 13: "... el mayor de ellos es el amor".
Además debemos considerar que a menudo se
abren paréntesis en el relato bíblico. En medio del tratamiento
de un determinado tema, se incluyen comentarios sobre otros asuntos.
Dichos comentarios no forman parte del contexto a los efectos de nuestro
estudio.
Un ejemplo de esto lo tenemos en Romanos.
Los capítulos 9 al 11 son un paréntesis. El contexto del capítulo
12 está en los versículos del capítulo 8.
CUARTA REGLA - Averigüemos por qué y
para quién se escribió
Cuando hemos agotado los recursos que nos
brindan las reglas antes mencionadas, sin que por ello hayamos alcanzado
éxito en nuestro estudio, no debemos desanimarnos. Aún hay más
posibilidades de llegar a la interpretación correcta.
Como todo escrito, también los distintos
libros canónicos, tenían al escribirse un cometido especial y un
destinatario en particular. De ahí la necesidad de encontrar el por qué
y el para quién fueron escritos - en primera instancia - los pasajes que
estudiamos.
Expliquémoslo con un ejemplo:
La aparente contradicción que existe entre
los escritos de Pablo y Santiago, en cuanto a la relación entre la fe
y las obras como medio para alcanzar la salvación personal, se
explica luego del estudio del cometido y el destinatario
de las distintas epístolas.
Pablo escribe a la iglesia en Roma y
expresa que "... el hombre es justificado por fe sin las obras ..."
(Rom 3:28). Por su parte, Santiago pregunta con total franqueza: "¿De
qué aprovechará si alguno dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la
fe salvarle?" (Stgo 2:14)
Al estudiar la totalidad de ambas cartas,
reconocemos que en el caso de Pablo, la enseñanza apunta a la doctrina
de la salvación; el camino que cada ser humano debe seguir para
solucionar su situación con Dios. De ahí que se es "... justificado
por fe".
Mientras tanto, Santiago ataca en su
escrito a ciertos elementos que habían introducido desórdenes en la
iglesia, pretendiendo enseñar que lo importante no era lo que se hacía o
se dejaba de hacer con respecto al prójimo. La cuestión era creer, tener
fe. Eso era suficiente. Y la pobreza o necesidad de los demás creyentes
no era un asunto primario del cual preocuparse o por el cual sentirse
responsable.
Sin embargo Santiago explica con meridiana
claridad, que las obras son una consecuencia directa de la fe que se
dice tener en Dios y que "... la fe sin obras es muerta" (Stgo
2:26).
Por ende, si no hay obras en favor del
prójimo, tampoco puede haber fe. Y si no hay fe, entonces ninguno puede
ser salvo. Remata su argumentación escribiendo que "Muéstrame tu fe
sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras" (Stgo 2:18).
Como alguien lo explicó: "Pablo y
Santiago defienden el mismo bastión - la salvación es por fe. Sin
embargo lo hacen espalda contra espalda, ya que sus enemigos son
distintos y vienen de direcciones opuestas".
Encontrar entonces por qué y para quién
fué escrito un pasaje, puede llevar tiempo y necesita de un estudio
cuidadoso del libro en cuestión. Es posible que sea necesario leer
muchas veces un texto antes de que podamos ver claramente el cometido y
el destinatario de un escrito.
QUINTA REGLA - Tomemos en cuenta los
textos paralelos
Los pasajes paralelos son aquellos que
tratan el mismo episodio o el mismo tema que estamos estudiando. Textos
que hacen referencia el uno al otro. Tener en cuenta estos textos
paralelos es imprescindible si queremos conseguir conocimientos más
exactos en cuanto a una determinada doctrina. Y hay tres tipos distintos
de textos paralelos.
Estudiemos esto.
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1 - Paralelos de palabras
El estudio de una misma palabra en
diferentes textos bíblicos nos pueden permitir encontrar la
interpretación correcta de lo que estamos estudiando. Una concordancia
bíblica es la herramienta más apropiada para dar rápidamente con la
ubicación de un paralelo de palabra.
ES IMPORTANTE TENER EN CUENTA LA SIGUIENTE
ADVERTENCIA:
Los paralelos de palabras siempre deben
ser buscados en un orden determinado. A saber:
A. Buscar el paralelo en el mismo libro
B. Buscar el paralelo en otros libros del
mismo autor
C. Buscar en libros escritos en la misma
época
D. Buscar en cualquier libro de La Biblia
La explicación de por qué esto debe ser
así es sencilla: muchas palabras varían su significado de acuerdo al
autor o de acuerdo a la época en que fuera escrito el pasaje bíblico.
Siguiendo el orden mencionado, se evita el riesgo de una interpretación
errónea (ejemplo de esto podría ser lo ya visto en cuanto a la palabra
obras en las cartas de Pablo y de Santiago).
2 - Paralelos de ideas
Muchas veces no alcanza con buscar en
paralelo de palabras para aclarar un texto oscuro, sino que debemos
buscar narraciones del mismo episodio o en enseñanzas sobre el mismo
tema. Aquí estamos entonces ante un paralelo de ideas.
Un ejemplo:
Cuando en el Nuevo Testamento se habla de
La Roca, ¿a quién se está refiriendo? ¿Es Cristo? ¿Es el apóstol Pedro?
(Mat 16:18)
Al estudiar paralelos de ideas, veremos
por un lado que Jesucristo se presenta a sí mismo como la piedra
fundamental (Mat 21:42, 44). En otro paralelo, mientras tanto, es el
propio Pedro quién escribe: "Acercándonos a él, piedra viva,
desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y
preciosa" (1a Ped 2:4). estas palabras de Pedro refieren al Señor
Jesús, como queda claramente expuesto en el versículo 3 del mismo
capítulo.
Luego de un estudio de estos paralelos de
ideas nos preguntamos: ¿podemos dudar de que La Roca del Nuevo
Testamento es Jesucristo, el Mesías?
3 - Paralelos de enseñanzas
generales
En la Biblia encontramos grandes temas,
importantes e interesantes. Podríamos mencionar la naturaleza de Dios,
el cielo, los ángeles o el plan de la salvación como ejemplos. El
estudio de estas enseñanzas generales no se realiza en un día o en una
semana. Más bien se trata del continuo madurar del creyente gracias a su
diaria relación con la Palabra de Dios.
Algún ejemplo de enseñanza general:
Dios se nos presenta en determinados
textos bíblicos como omnipotente, presente en todas partes y conocedor
de todas las cosas. Otras veces, sin embargo, se escribe de Dios como de
alguien limitado en tiempo y espacio. Es natural entonces que nos
preguntemos: ¿Es esta una contradicción en La Biblia?
La respuesta es que de ninguna manera se
contradicen estas enseñanzas.
Los últimos pasajes mencionados, los que
hablan de un Dios aparentemente limitado, están allí para que
podamos de alguna forma captar la idea de un Dios personal, preocupado
por la suerte de cada individuo en particular. Un Dios que "se
parece" a nosotros.
Pero eso no desecha la otra parte de la
enseñanza general: la que muestra a un Dios todopoderoso, como el
soberano del universo, ubicado sobre cualquier limitación a la que
podamos estar expuestos nosotros, los seres humanos.
No olvidemos que Dios - y su santa palabra
- siempre se adecua a las posibilidades humanas, para que la mujer y el
hombre puedan conocer y seguir su voluntad.
Figuras retoricas
La primera regla de la Hermenéutica
bíblica nos enseñó que siempre que es posible, debemos tomar las
palabras en su sentido más común. Esto no significa que siempre
debemos tomar esas palabras al pie de la letra, ya que muchas veces el
lenguaje bíblico incluye las llamadas figuras retóricas. A
continuación intentaremos presentar esas figuras, propias de la
literatura, para que al encontrarlas y reconocerlas en el estudio de Las
Escrituras, podamos llegar a una interpretación correcta del mensaje que
nos brinda.
ES BUENO TENER EN CUENTA ESTA ADVERTENCIA:
Las figuras retóricas cumplen siempre la
función de ilustrarnos las verdades espirituales a fin de que las
podamos entender fácilmente y ser así confirmados en nuestra fe. Las
figuras retóricas, por lo tanto, ¡NUNCA SIRVEN COMO FUNDAMENTO PARA UNA
DOCTRINA BÍBLICA!
Antes de comenzar el estudio de cada
figura en particular, simplemente deseo expresar que los nombres de las
mismas pueden resultar - a veces - algo complicados. No olvide sin
embargo que lo importante es reconocer el funcionamiento de la figura
retórica, y no tanto el nombre que lleva. Preste el estudiante por ello
mucha atención a los ejemplos que acompañan las definiciones.
1 - LA METAFORA
La metáfora tiene por base una semejanza
que existe entre dos objetos. Esta es una de las figuras retóricas más
comunes tanto en La Biblia como en la literatura en general. Por ello es
que encontramos muchos ejemplos en las páginas bíblicas.
EJEMPLO:
En el Evangelio de Juan, el Señor Jesús
dice "Yo soy la vid verdadera" (Jn 15:1). Si obviamos que aquí
hay una metáfora, no nos queda otra cosa que una afirmación algo extraña
y absurda de Cristo, quién al parecer dice ser una parra. Al conocer que
aquí el Maestro hace uso de una metáfora, podemos a continuación
rescatar cuál es la verdad espiritual que se nos quiere enseñar. Para
eso podemos plantearnos las siguientes preguntas: ¿para qué sirve la
vid? ¿qué función cumplen los pámpanos (vers 5) que a ella están unidos?
La vid sirve para comunicar savia - y por ende vida - a los pámpanos,
quienes a su vez llevan el fruto que se espera de la planta.
De la misma manera funcionan otras
metáforas bíblicas tales como "Yo soy el pan vivo" (Jn 6:51);
"Vosotros sois la luz del mundo" (Mat 5:14) y "Tu eres mi roca y
fortaleza" (Sal 71:3).
2 - LA SINECDOQUE
En ésta figura se utiliza la parte de algo
para hablar del todo, o viceversa (el conjunto para referirse en
realidad sólo a una parte del mismo).
EJEMPLO:
En el Evangelio de Lucas leemos que
"... se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo
fuese empadronado" (Luc 2:1). Esto es una sinécdoque donde el todo
se pone por la parte. El edicto promulgado no involucraba a todos los
habitantes de la tierra, sino que solamente se incluían a quienes vivían
en la zona gobernada por Augusto César - es decir el todo por la parte.
Otros ejemplos se pueden encontrar en Sal
16:9 y en 1 Cor 11:26.
3 - LA METONIMIA
Para definir la metonimia, digamos
que se pone la causa por el efecto.
EJEMPLO:
También en Lucas leemos cómo Jesús les
dice a sus discípulos y a los fariseos que le escuchaban: "A Moisés y
los profetas tiene: óiganlos" (Luc 16:29). En el época de Jesús,
tanto Moisés como los profetas mencionados, ya habían fallecido desde
hacía ya mucho tiempo. ¿Qué es lo que Jesús quiere decir entonces? El
Maestro se refiere a que pueden recurrir a los escritos que tanto Moisés
como los profetas han dejado: el Pentateuco y los libros proféticos. Es
decir: estamos ante una metonimia ya que Jesús menciona la causa
(las personas) refiriéndose en realidad al efecto (los libros escritos
por dichas personas).
4 - LA PROSOPOPEYA
Hemos dicho ya que las figuras retóricas
que estamos estudiando no son propias únicamente de La Biblia, sino que
las encontramos en toda clase de literatura. La prosopopeya es
una de estas figuras que a menudo se utilizan en los libros para niños.
A la prosopopeya también la podemos llamar personificación.
Y de acuerdo a éste último nombre, la definición es que en la
prosopopeya se personifican objetos dándoles cualidades propias de los
seres humanos.
EJEMPLO:
En el Antiguo Testamento el profeta Isaías
escribe: "Los montes y los collados levantarán canción delante de
vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso"
(Is 55:12). ¿Se imagina un cerro cantando o un olivo aplaudiendo? Por
supuesto que no. Aquí no se trata de una situación real, sino de una
prosopopeya. Se le dan a los montes y a los árboles cualidades
propias de los seres humanos: cantar y aplaudir.
Si desea estudiar otro ejemplo, podrá
encontrar uno en Salmos 85, versículos 10 y 11.
5 - EL APOSTROFE
Las características del apóstrofe
son muy similares a las de la prosopopeya o personificación.
La gran diferencia es que en el apóstrofe se le dan cualidades
humanas a personas que no están presentes o que incluso ya han muerto.
EJEMPLO:
Veamos un ejemplo bien claro en La Biblia.
David, al enterarse de la muerte de su hijo Absalón, exclama: "Hijo
mío, Absalón, hijo mío ... quién me diera que muriera yo en tu lugar
..." (2 Sam 18:33). El rey David le está dando la cualidad humana de
oír a una persona que ni estaba presente ni estaba en vida. Su hijo
Absalón ya había muerto y por lo tanto estamos aquí ante la figura
retórica apóstrofe.
Se encuentran otros ejemplos en Jueces 5:2
y en Matero 23:37.
6 - LA IRONIA
De las 20 figuras que estudiaremos, tal
vez la ironía sea la más sencilla de entender, por la sencilla razón de
que es una figura que nosotros utilizamos a menudo cuando hablamos. En
la ironía decimos una cosa pero queremos en realidad decir lo
contrario. Por ejemplo: tu podrías decir "¡Qué fáciles que son las
figuras retóricas" cuando en realidad lo que quieres expresar es
todo lo contrario - que el estudio de las mismas es algo difícil.
EJEMPLO:
En Las Escrituras también encontramos
ironías. Pablo escribe sobre "... aquellos grandes apóstoles" (2
Cor 11:5) refiriéndose a quienes en Corinto enseñaban falsas doctrinas.
Lo que el apóstol pretende con sus palabras, no es alabar la actitud y
las enseñanzas de aquellos personajes, sino que muy por el contrario,
pretende desacreditarlos. haciendo uso de una ironía.
En 1 Reyes 18:27 y en Job 12:2 podrás
encontrar otros ejemplos de ironías.
7 - LA PARADOJA
Esta figura retórica implica una
afirmación contraria a la opinión común. Dicho en otras palabras: yo
digo una cosa pero todos los demás afirman lo contrario.
EJEMPLO:
Uno de los ejemplos bíblicos más notables
tiene como autor al propio Jesús. Al enseñarle a sus discípulos, el
Maestro dijo; "... es más fácil pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mat 19:24). Si
estudiamos además el contexto en el cuál está inmerso el texto - el
relato del joven rico - sacamos entonces una profunda enseñanza sobre la
importancia que tenía - ¡y tiene! - el ser discípulo de Cristo y el
predicar el Evangelio
Otros ejemplos de paradojas: mateo 18:3 y
Lucas 14:26.
8 - LA HIPERBOLE
Para dar una explicación algo
simplificada, digamos que la hipérbole es una exageración, tanto
hacia lo mucho como hacia lo poco.
EJEMPLO:
En el libro de Números podemos leer la
descripción dad por los espías de Israel luego de su reconocimiento de
la Tierra prometida. "También vimos allí gigantes ... y éramos
nosotros, a nuestro parecer, como langostas" (Núm 13:33). Si bien la
diferencia de estatura entre los moradores de aquella tierra y los
israelitas podía ser considerable, al decir que eran "como langostas"
no es más que una exageración, en este caso hacia lo poco. Es decir:
estamos ante una hipérbole.
Otros ejemplos se encuentran en
Deuteronomio 1:28 y en Juan 21.25.
ES BUENO CONSIDERAR ESTA ADVERTENCIA:
Si bien decimos que la hipérbole es
una exageración, recordemos que es sólo para poder entender más
fácilmente la función de la figura retórica. La exageración como tal es
una mentira (falta a la verdad, pretendiendo hacer creer a la persona
que escucha algo que no es cierto) ... ¡y la mentira es pecado! Sin
embargo, al utilizar una hipérbole, no tenemos la intención de
engañar a nadie, sino simplemente la de hacer más accesible la
comprensión de lo que deseamos explicar.
9 - LA ALEGORIA
En la alegoría encontramos una
serie de metáforas unidas entre sí por un relato. Es muy sencillo
descubrir la presencia de esta figura retórica ya que es imposible tomar
dicho relato al pié de la letra. Debemos interpretar las metáforas para
encontrar el significado correcto.
EJEMPLO:
En la Biblia no hay muchos ejemplos de
esta figura retórica. Uno de ellos está presente en las palabras del
propio Jesús, las cuáles podemos leer en el capítulo 6 de San Juan.
Allí, a partir del versículo 51, el Maestro dice entre otras cosas:
"Yo soy el pan vivo ... si alguno comiere de este pan, vivirá para
siempre ... el que come mi carne y bebe mi sangre ...". Todas estas
son metáforas que Jesucristo menciona en un solo relato, logrando así
una alegoría. Al buscar la interpretación correcta a cada una de
las metáforas, podremos alcanzar el conocimiento de las verdades
espirituales que Jesús pretende enseñar
10 - LA FABULA
También en este caso estamos ante un
relato. La diferencia con la figura anterior, es que la fábula es
un conjunto de prosopopeyas o personificaciones enlazadas
entre sí por un relato. Es común encontrar este tipo de expresiones en
la literatura infantil - alcanza con recordar, por ejemplo,
Caperucita Roja y el Lobo Feroz.
EJEMPLO:
En los textos bíblicos no es frecuente el
uso de fábulas. Una de las pocas que existen se encuentra en 2
Reyes. Allí leemos: "El cardo que está en el Líbano envió a decir ...
y pasaron las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo"
(14:9). Aquí se le proporcionan al cardo las cualidades humanas de
mandar y de ser agraviado. Es un relato con personificaciones que
definen por eso una fábula.
11 - EL ENIGMA
El enigma no es otra cosa que una
adivinanza. En el caso de los enigmas bíblicos se cumple siempre
una regla: la solución de esa adivinanza está en las propias páginas de
La Biblia. Ya sea inmediatamente después del enigma o en algún
otro sitio del libro bíblico que estamos leyendo. Pero siempre la
solución correcta está en La Biblia, y por lo tanto, no hay lugar para
interpretaciones basadas en fantasías personales.
EJEMPLO:
Sansón acostumbraba utilizar enigmas
cuando les hablaba a los filisteos. Un ejemplo de esto se encuentra en
Jueces 14:14 donde leemos: "Del devorador salió la comida, y del
fuerte salió dulzura". La solución a esa adivinanza está unos
versículos más adelante: "¿Qué cosa más dulce que la miel? ¿Y qué
cosa más fuerte que el león?" (vers 18).
12 - EL TIPO
En esta figura retórica encontramos
hechos, personas u objetos que existen en el presente pero que además
nos muestran algo semejante en el futuro (cuando decimos presente
nos estamos refiriendo al tiempo en que fué redactado por el escritor
bíblico). De las 20 figuras que estamos estudiando, esta quizás sea de
las más importantes. Es utilizada con frecuencia en La Biblia y siempre
ilustra verdades espirituales muy importantes, pilares dentro de las
doctrinas del cristianismo. De ahí que sea importante su estudio.
EJEMPLOS:
Veamos primeramente cuatro ejemplos de la
figura retórica tipo:
1 - En Números 21:9 leemos acerca de la
serpiente de bronce que levantó Moisés en el desierto. Este es un
tipo, ya que apunta a lo que Cristo haría en el futuro por toda la
humanidad al ser clavado en la cruz (Juan 3:14).
2 - En el libro de Jonás encontramos la
historia de aquel profeta. Leemos de cómo Jonás estuvo en el vientre del
pez tres días y tres noches (Jon 1:17). Este es también un tipo
que apunta hacia Cristo y su tiempo en la tumba (Mat 12:40).
3 - En el relato de la primer pascua del
pueblo judío, encontramos la mención del animal a sacrificar, el cordero
de la pascua - un animal sin defecto (Ex 12:5). Este es un tipo
de Cristo como El Redentor (1 Cor 5:7)
4 - Finalmente, en el Antiguo Testamento
se habla del lugar santísimo del tabernáculo adonde nadie más que el
Sumo sacerdote podía entrar una vez al año (Ex 26:33). Ese lugar es
tipo del cielo, una realidad futura a la cuál todos tenemos acceso
hoy mismo (Heb 10:19).
Ahora que hemos visto estos ejemplos,
tengamos bien presentes las siguientes advertencias:
1 - La figura retórica tipo
solamente se puede encontrar en el Antiguo Testamento. ¡No hay
tipos en el Nuevo Testamento! Lo que sí encontramos allí (y es
más, tiene que estar allí) es el antitipo, o sea el
cumplimiento de la figura retórica tipo.
2 - La figura retórica tipo es
siempre menor en importancia a su antitipo o cumplimiento.
3 - Un mismo tipo puede tener
varios antitipos o cumplimientos. Por eso es necesario un
cuidadoso estudio de estas figuras.
4 - Debemos recordar que esta figura está
en el texto bíblico solamente para ayudarnos a comprender una verdad
espiritual, para ilustrar la enseñanza. ¡Nunca un tipo puede ser
usado como base de una doctrina bíblica!
13 - EL SIMBOLO
Al usar un símbolo, lo que hacemos
es representar alguna cosa o algún hecho utilizando otra cosa u otro
hecho conocido. En Las Escrituras encontramos un lenguaje sumamente rico
en símbolos y el estudio de los mismos es siempre pertinente.
EJEMPLOS:
Águila - Representa el poder y la vida
penetrante (Dt 32:11)
Ancla - Representa la esperanza (Heb 6:19)
Bosque - Símbolo de ciudad o reino (Is
10:18)
Cedro - La fuerza y la perpetuidad (Sal
104:16)
Esmeralda - Representa, al igual que el
ancla, la esperanza
Lepra - En La Biblia es símbolo de pecado
asqueroso (Is 1:6)
Lirio - Símbolo de hermosura y pureza
Lluvia - La influencia divina (Stgo 5:7)
Sangre - Símbolo de la vida (Gén 9:4)
Zorra - Representa el engaño, la astucia
(Luc 13:32)
14 - LA PARABOLA
Una de las figuras retóricas más conocidas
para los lectores de La Biblia, ya que Jesús acostumbraba enseñar a las
multitudes mediante la utilización de parábolas. Podemos definir
una parábola como un relato o cuento que trata de hechos
naturales que han ocurrido o que podrían ocurrir. Esta es al mismo
tiempo la gran diferencia con otros relatos que ya hemos visto (alegoría
o fábula), los cuáles tratan de situaciones que no se pueden
dar en la realidad.
EJEMPLO:
Tenemos muchos ejemplos en el Nuevo
Testamento, de los cuáles podemos mencionar la parábola de la oveja
perdida; el hijo pródigo o el fariseo y el publicano. En
todos los casos se trata de relatos comunes a través de los cuales el
Señor Jesús pretende inculcar verdades eternas y espirituales. Muchas
veces la interpretación correcta de la parábola está en el mismo
texto, dada por Jesús mismo.
15 - EL SIMIL
Esta figura retórica recibe su nombre de
una palabra latina - similis - que significa semejante o
parecido. Para definir el símil, digamos que se trata de
una comparación entre dos cosas para resaltar una de ellas, donde
siempre está presente una característica definida: la palabra "como".
Esta palabra "como" puede estar tanto al comienzo de la frase
como también en el medio de ella.
EJEMPLOS:
Isaías 55:9: "Como son más altos los
cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos
...". Los caminos de Dios y de los hombres son aquí comparados con
el cielo y la tierra, donde guarda la misma relación de importancia.
Otro ejemplo, ahora de Jeremías 23:29:
"¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová?". En este caso, donde la
palabra "como" aparece en el medio de la frase, la comparación es
evidente.
Otros ejemplos se encuentran en Salmos
103:11; en Isaías 1:18 y en Santiago 1:6 (en éste último caso la palabra
como está sustituida por su sinónimo semejante).
16 - LA INTERROGACION
Al igual que cuando describimos la
ironía, debemos afirmar que la interrogación es una de las
figuras retóricas que nosotros utilizamos a diario en nuestro lenguaje
común. La interrogación es una pregunta que tiene la peculiaridad
de no necesitar respuesta, ya que la misma interrogación encierra
una conclusión evidente. ¿Verdad que entendiste esta definición?
Aquí estamos ante una interrogación. La pregunta ha sido
formulada y la misma encierra lo que el autor de la misma considera es
la única respuesta posible: Sí, claro que entendí.
EJEMPLOS:
También en Las Escrituras, por supuesto,
encontramos la interrogación. En el libro del Génesis, 18:25, por
ejemplo, Abraham pregunta: "El juez de toda la tierra, ¿no ha de
hacer lo que es justo?". De esta interrogación se desprende
una respuesta evidente: ¡Por supuesto que sí!
Consulte otros ejemplos bíblicos: Lucas
22:48 y Hebreos 1:14.
17 - LA ANTITESIS
En un diccionario encontramos la siguiente
definición: La antítesis es una figura que consiste en
contraponer una frase o palabra a otra de contraria significación. Esta
figura es muy efectiva y su utilización es frecuente en La Biblia.
EJEMPLOS:
Uno de los muchos casos está en el libro
de Deuteronomio. Allí leemos: "Mira, yo he puesto delante de ti la
vida y el bien, la muerte y el mal" (30:15). Como en todos los casos
de antítesis, quien escucha o lee la misma queda en la
posibilidad - o responsabilidad si se quiere - de elegir.
El Señor Jesús también utilizó en
ocasiones esta figura retórica. En Mateo, capítulo 7, encontramos un
ejemplo: " ... porque ancha es la puerta, y espaciosos el camino que
lleva a la perdición ... porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida ..." (vers. 13 y 14). Otra vez queda
claro que los oyentes reciben la oportunidad de elegir entre dos
posibilidades.
Estudie también en ejemplo en Romanos
6:23.
18 - LA GRADACION
También conocida como climax, la
gradación implica una escala de significado ascendente o descendente.
La función de esta figura es la de recalcar el desarrollo de la
enseñanza en cuestión.
EJEMPLO:
Una de las grandes gradaciones más
importantes de La Biblia la encontramos en Romanos 8. Allí, a partir del
versículo 15 leemos: "Pues no habéis recibido el espíritu de
esclavitud ... sino que habéis recibido el espíritu de adopción ...
somos hijos de Dios ... también herederos ... y coherederos con Cristo
..." (vers. 15 al 17). Paso a paso vamos viendo en esta gradación
como nuestro propio ser ha pasado de la esclavitud a ser coherederos con
el propio Jesús.
Otra impactante (por su contenido) ejemplo
de gradación se encuentra en Filipenses 2: 5 al 11.
19 - EL PROVERBIO
En todas las culturas encontramos
proverbios. ¿Quién no ha oído hablar de los proverbios
chinos, los árabes o los proverbios hindúes? El proverbio
es un dicho que contiene siempre una enseñanza cuyo fin es hacer de mi
una mejor persona.
EJEMPLOS:
En La Biblia encontramos muchos ejemplos.
Tan es así que tenemos todo un libro bíblico denominado de esta forma.
También en el Nuevo Testamento hallamos ejemplos, generalmente relatados
a la cultura hebrea. De allí que no siempre sea sencilla su correcta
interpretación, y muchas veces debemos recurrir a algún tipo de
diccionario bíblico, o volumen de historia, para poder descubrirla. Es
bueno mencionar también, que para la correcta interpretación de un
proverbio, es imprescindible aplicar la tercera regla de la
hermenéutica bíblica: "Tomemos en cuenta el contexto".
Y aquí ahora algunos ejemplos en el Nuevo
Testamento: "Médico, cúrate a ti mismo" (Luc 4:23). "No hay
profeta sin honra sino en su propia tierra ..." (Mar 6:4)
ES BUENO TENER EN CUENTA UNA ADVERTENCIA:
Un proverbio no es lo mismo que un refrán
popular, como por ejemplo "dos por tres llueve". Este refrán, si
bien es conocido, no tiene por qué ser cierto - es más, ¡no lo es! - y
además no comprende ninguna enseñanza de utilidad que haga de nosotros
mejores individuos.
20 - EL ACROSTICO
Seguramente el estudiante ha visto alguna
vez la puesta en escena de un acróstico. Acostumbra suceder - en
las iglesias - en las fiestas navideñas de la Escuela Dominical o
de La Hora Feliz. Un grupo de niños se presentan con un cartel
cada uno en sus manos donde ha sido pintada una letra. Las palabras que
luego pronuncian comienzan con la letra que llevan en su propio cartel,
y entre todos, logran conformar la palabra clave que puede ser
Navidad o Jesús o alguna otra.
EJEMPLOS:
El acróstico es una figura retórica
poco utilizada en la literatura bíblica. Es más: hasta donde hemos
podido averiguarlo, hay solamente cinco acrósticos en toda La
Biblia. Los mencionamos.
1 - Salmo 119. Si lo observa en su Biblia,
podrá notar que dicho salmo está dividido en 22 estrofas. Cada una de
esas estrofas comienza con una de las letras del idioma hebreo (Alef,
Bet, etc). Dado que esas letras no son las mismas que en el español,
al traducir el texto del hebreo no tenemos ningún acróstico en nuestras
biblias en castellano.
2 - Algo similar a lo anteriormente
mencionado sucede en los últimos 22 versículos del capítulo 31 de libro
de Proverbios (el llamado "Himno a la Mujer Virtuosa"). Allí,
cada versículo comienza con una de las letras del alfabeto hebreo.
3 - Lamentaciones 1. Un nuevo acróstico
donde cada versículo comienza con una de las letras del alfabeto hebreo.
4 - Lamentaciones 2. Un nuevo acróstico
similar al anterior.
5 - Lamentaciones 3. Uno más, con la
diferencia de que en este, cada tres versículos se comienza con una
letra del alfabeto hebreo. (Si bien los capítulos 4 y 5 también constan
de 22 versículos cada uno, los mismos no son acrósticos en el
idioma hebreo).
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¿Qué es un hebraísmo? Es una
expresión o juego de palabras propio del idioma hebreo. Dado que
normalmente no estamos familiarizados con dicho lenguaje, se hace
necesario tener algunas nociones básicas para descubrir los
hebraísmos que surgen de la lectura y el estudio bíblico.
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