_______________________________________
Leccion
1 Etica Ministerial
_______________________________________
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento encontramos muchas enseñanzas
sobre cómo debe cada ministro de Dios vivir.
Cómo debe ser su comportamiento personal,
tanto en su vida privada como en la pública.
Tanto en sus relaciones con Dios y consigo
mismo, como también con su familia y con la
hermandad en la iglesia local. Sin olvidar
su vida pública al integrar una sociedad que
le observa constantemente ... muchas veces
de manera muy crítica.
Todo aquello que hace el ministro de Dios,
aunque no tenga relación con su profesión,
siempre tendrá implicaciones directas tanto
en su propio ministerio como en la vida y
testimonio de toda la Iglesia de Cristo. Si
su actividad no es conocida a nivel nacional
o mundial, las repercusiones serán cercanas,
en el barrio o localidad donde vive y actúa.
Y si tiene dimensiones nacionales o
internacionales, las repercusiones serán,
dentro y fuera de fronteras, inmensas e
incalculables.
Avergonzarse a sí mismo es lamentable.
Avergonzar a su familia y amigos es cruel,
al no ser ellos responsables de nuestras
actitudes. Avergonzar toda la Iglesia de
Cristo por un testimonio personal "desprolijo,
descuidado y manchado" es condenable
desde todo punto de vista. Pero, avergonzar
a Dios y Su Santo Evangelio, bueno .. ¿qué
diremos? ¡No hay palabras para juzgarlo!
Lo
que sí debemos saber todos es que, a pesar
de los pesares, siempre hay caminos de
retorno. Siempre hay oportunidades para la
confesión ... y el perdón. Siempre hay
posibilidades para la recuperación y la
restauración. ¡Siempre! ¡Para todos! ¡Sin
excepciones!
Debido a ello es que ahora pretendemos
estudiar, con una actitud preventiva y muy
práctica, la presente materia ¡para nunca
jamás caer en los errores de tantas
actitudes divorciadas con toda ÉTICA
MINISTERIAL! Tanto daño ya se ha hecho, que
intentaremos comunicar medidas en salud (preventivas)
antes de necesitar sanidad (curación -
terapia del alma) a quienes han recibido un
real llamado de Dios para servirle en verdad
y con toda fidelidad.
I - Definición
Leamos Tito 2:9-10; 3:14; 2 Tim 2:15
Cada profesión tiene lo que se ha dado en
llamar una "ética profesional".
La ética se define como "la ciencia
que expone el fundamento de la moralidad en
las acciones humanas; la ética determina el
principio y las reglas de la conducta de
vida" - Larousse.
Los profesionales pues, al hablar de su
ética, se refieren al fundamento y a las
reglas de conducta de lo que consideran
correcto o incorrecto en el ejercicio de su
profesión. Es por ello que existen los
tribunales de ética donde médicos, abogados,
etc. son juzgados por actos que posiblemente
estén reñidos con la ética profesional. Si
esto ocurre a nivel secular, cuán importante
es entonces que nos ajustemos, como
ministros del Evangelio, a elevados
principios de conducta profesional, basados
en el fundamento sólido y estable de La
Palabra de Dios, El Sano Criterio y La Guía
del Espíritu Santo Rom 6:22. No estarían
demás tribunales de ética entre nosotros
también.
No
olvidemos que, aunque el ministro cristiano
es un "profesional", en muchos
detalles no lo es. Por ejemplo: en la paga;
en las funciones ejecutivas; en la
preparación intelectual, etc. Sin embargo,
el ser siervo de Dios implica una PROFESIÓN
(Acción y efecto de ejercer un arte o
ciencia, o enseñarla / trabajo que ejerce
una persona y que suele requerir estudios
teóricos / conjunto de intereses de la
colectividad, de personas que ejercen un
mismo oficio - Larousse).
1 Tim 6:12-14; Heb 3:1; 4:14; 10:23.
Definamos 2 Tim 2:15
a) PROCURA Acto de la voluntad (no acepta
pasividad)
b) DILIGENCIA Con mucho esmero y cuidado
c) APROBADO Agradar a Dios (no sólo
obedecerle)
A) Fundamentos
Al tener toda ética un fundamento, La
Ética Ministerial lo tiene en las páginas y
en el "espíritu" de La Biblia, que es
la regla de conducta para todo cristiano - 1
Tim 4:16
B) Principios
Los principios que determinan la
conducta de un siervo de Dios deben siempre
ser:
a) Permanentes (no pueden regirse por
"tiempos, lugares o situaciones")
b) Consecuentes (deben estar de
acuerdo entre sí ... siempre)
c) Conocidos (la sociedad nos ve y
escucha más de lo que creemos)
Al
ser nosotros obreros de Dios, apartados y
equipados para el ministerio, todas nuestras
motivaciones, palabras, actitudes y
funciones son por demás delicadas, ya que
nuestro trato permanente siempre es con
seres humanos creados a la imagen de Dios y
no con objetos inanimados. Nunca hay detalle,
por pequeño o insignificante que parezca,
que pueda resultar inofensivo.
C) Prioridades
Por ser la labor ministerial la vocación
más elevada y el trabajo de mayor
importancia que se le pueda conferir a ser
humano alguno, es necesario CONOCER y
RESPETAR SIEMPRE los principios y las normas
de conducta que serán las que lo marcarán
como un siervo de Dios con una CONDUCTA
INTACHABLE ... o no.
A
los efectos de conocer y aplicar el
fundamento, las reglas y normas de conducta
de la Ética Ministerial, existe un orden en
las prioridades que hay que tener siempre en
cuenta. A saber:
1) La Palabra de Dios
2) El Sano Criterio
3) La Guía del Espíritu Santo
Al estudiar y determinar los principios
fundamentales y todas las reglas y normas -
SIGUIENDO ESTRICTAMENTE EL ORDEN CRONOLÓGICO
DE ÉSTAS TRES PRIORIDADES - todo siervo de
Dios logrará manejarse sabiamente en el
delicado tema de la Ética Ministerial.
_______________________________________
Leccion 2 Cambio de pastorado
_______________________________________
El pastor que cambia de lugar de trabajo (iglesia),
tiene siempre una doble responsabilidad:
A) frente a la iglesia de la que se aleja (que
deja de pastorear)
B) frente a la iglesia que lo recibe (que
comienza de aquí en más a pastorear)
A) Iglesia de la que se aleja
1 - No debe nunca tratar de seguir
dirigiéndola "desde afuera"
- ello engendra divisiones. Ejemplos:
* la contestación a preguntas de los
miembros es una responsabilidad EXCLUSIVA
del nuevo pastor
* puede mantener un correspondencia
epistolar con los miembros, únicamente si no
interviene con consejos en materia de
actividades o resoluciones locales
2 - Jamás debe inmiscuirse en los asuntos
internos de la iglesia, ni directa ni
indirectamente. Debe siempre, gentil pero
firmemente, REHUSARSE a éste tipo de "jueguito":
"Ud. dígame pastor .. Soy una tumba ..
Tanto tiempo juntos" - Prov 11:13
3 - Cuando por alguna razón específica
fuere a visitar miembros de la iglesia, debe
SIEMPRE hacerlo en conocimiento del nuevo
pastor. De ser posible con su compañía.
4
- Si los comentarios son negativos
respecto a lo que el nuevo pastor dice sobre
su persona u obra, JAMÁS debe hablar con los
miembros de la iglesia sobre el tema.
Tampoco debe escuchar ni participar en sus
conversaciones. Tengan razón de ser o no. Si
lo hace, le llevará inevitablemente al
chisme ... que es pecado - Lev 19:16; Prov
16:28
5 - Bajo ninguna circunstancia debe
humillar pública o privadamente al nuevo
pastor por alguna actitud asumida.
Tampoco hacerse eco de o realizar
comentarios adversos a su persona o a su
actividad pasada - 1 Sam 15:30; Rom 12:10;
13:7-8; 15:7 y 17-21; Fil 2:3-5
La regla de oro en todos éstos casos siempre
debe ser:
"¡LO QUE OTRO HACE MAL, NUNCA DEBE SER
MOTIVO SUFICIENTE PARA QUE YO TAMBIÉN LO
HAGA ... O ME TOME LA REVANCHA!"
BUENOS CONSEJOS A TENER EN CUENTA
El pastor que se aleja de una iglesia local
debe siempre buscar la forma de cooperar con
las nuevas autoridades de la misma pues su
actitud debe siempre ser de compañerismo y
ayuda.
Su relación con los miembros de la iglesia
que deja no debe nunca ir más allá de la de
otro miembro cualquiera, ESPECIALMENTE si
mantiene su domicilio en la misma localidad.
Al retirarse, debe siempre dejar "la casa
en orden". Por ejemplo, relativo a lo
siguiente:
a - templo
b - casa pastoral
c - fichero de membresía
d - libros de contabilidad
e - libros de actas
f - inventario
g - propiedades
h - situaciones pendientes como deudas;
miembros en conflictos; etc.
* Al retirarse, NO DEBERÁ SEGUIR siendo
miembro de la iglesia local, ni tampoco de
su ministerio local, pues esto socava y
resta autoridad al nuevo pastor.
* JAMÁS deberá recibir diezmos y ofrendas
para la causa o por los motivos que sea.
¡JAMÁS!
LA LEALTAD ENTRE CONSIERVOS es siempre un
deber en sus relaciones particulares y
eclesiásticas, privadas o públicas. También,
al estar otras personas presentes, fuere
quienes fueren, se deben respeto mutuo, a
pesar de posibles divergencias de opinión.
Se deben siempre una actitud correcta,
educada y con altura el uno para con el otro
- Mr 9:38-41; Lc 9:51-56
B) Iglesia que lo recibe
Al llegar a una nueva iglesia para tomar el
pastorado de la misma, el nuevo líder deberá
tener en cuenta que las INNOVACIONES siempre
caerán mal, especialmente si el antiguo
pastor estuvo trabajando en la labor
pastoral en dicha iglesia muchos años. El
cariño de los miembros a su antiguo pastor
será siempre lógico, natural y evidente.
Esto se demostrará muchas veces.
Será entonces ¡LA SABIDURÍA! del nuevo
pastor la que hará que no se formen grietas
en la comunión con la iglesia local: con sus
miembros, directivos y/o colaboradores.
Jamás dará lugar a actitudes ni a
comentarios de celo. ¡Sería como comenzar a
cavar su propia tumba!
Dos principios a tener en cuenta:
De no ser estrictamente necesario, ni aún
en la forma u orden de los cultos en sí, no
deben hacerse grandes cambios bruscos a
corto plazo. Tampoco en la forma de la
administración de la iglesia. No ayuda a la
armonía y al equilibrio entre las partes
intervinientes.
SIEMPRE se gana esperando pacientemente el
tiempo adecuado, buscando primero aunar las
voluntades y no dispersando a través de
cambios radicales. Y si éstos tienen lugar
... y cuando los tienen .. deberán venir
pausadamente y con mucho respeto al antiguo
líder y a la membresía. Si se tienen
argumentos sólidos, siempre es preferible
lograr "unanimidad" a mediano plazo
que "victorias divididas" a corto
plazo. Se gana en confianza y se genera
respeto.
ATENCIÓN
Los mismos principios del capítulo II-A)
deben regir para la situación mencionada en
éste apartado B) - sólo que a la inversa. O
más allá aún, si es que se está involucrando
a un tercero.
_______________________________________
Es bastante común que los miembros de las
iglesias "sigan a sus antiguos pastores"
en lugar de afirmarse en su propia
iglesia que debería siempre ser su hogar
espiritual. Por lo tanto, es de suma
importancia que los pastores, de una y otra
iglesia, sepan cómo manejar estas
situaciones y demás asuntos en cambios de
membresía.
A) Siempre hay que averiguar EL PORQUÉ del
cambio de membresía. Dialogando con altura.
B) No siempre es suficiente extender una
"Carta de Transferencia". A veces es
posible que sí, si es que el miembro cambia
de domicilio a otra ciudad ... o cambia de
denominación.
Pero varía fundamentalmente el caso si es
que se trata de cambios de iglesia en la
misma ciudad. Se debe ser muy cuidadoso en
el manejo de dichas situaciones.
C) El contacto DEBE SIEMPRE SER
DIRECTAMENTE con las autoridades locales ...
en forma personal (no sólo por carta).
D) La iniciativa siempre debe tomarla
aquel pastor que se entera del cambio de
membresía EN PRIMER LUGAR. Y aunque
entienda de que no le corresponde - por las
razones que fuere - JAMÁS perderá nada en
tomar la iniciativa. Todo lo contrario.
_______________________________________
Leccion
3 El pastor y sus colaboradores inmediatos
_______________________________________
A) Con un llamado divino. De la misma
manera como el pastor es consciente de que
tiene un llamado divino y está ejerciendo
una profesión (ministerio) espiritual, TIENE
QUE SER CONSCIENTE de que sus colaboradores
- sean mujeres u hombres - también han
sido llamados y equipados por Dios para el
cumplimiento de una labor en Su reino
(sea en la predicación, la conducción, la
administración o el servicio). El
colaborador del pastor: a) no es su
empleado; b) tampoco es empleado de
la iglesia; c) ¡es un siervo de Dios!
Por lo tanto, ANTES de buscar colaboradores
hay que seguir determinada cantidad de
principios y/o reglas (para el éxito de una
buena elección). ¿Cuáles? Pregúntese:
a) ¿Es lo suficiente maduro?
b) ¿Es sano en la doctrina?
c) ¿Está capacitado para lo que se le va a
demandar?
d) ¿Qué compromisos familiares tiene?
e) ¿Cuál es su situación financiera?
Luego, DESPUÉS de tener las respuestas a las
cinco preguntas anteriores, pero ANTES DE
DECIDIRLO, debe conversar con el futuro
colaborador sobre los siguientes temas:
a) Para qué lo quiere como colaborador
b) Cuáles serán sus funciones específicas
c) Cuánto tiempo lo necesitará
d) Qué colaboración recibirá él del pastor
mismo
e) Delimitar (por escrito ... esto es muy
útil para ambas partes)
las responsabilidades ministeriales que la
iglesia espera de él
La obligación resolutiva que pueda tener el
ministerio o la comisión directiva (según
sea el caso) en tales circunstancias, tiene
siempre que tenerse en cuenta ante éstas
decisiones.
Sin embargo: los colaboradores no
deben ser elegidos por votación ... y mucho
menos repartida. Se trata de personas
llamadas por Dios para una función
específica en el Reino de Dios. Y si no hay
claridad meridiana sobre el asunto, se debe
tomar mucho más tiempo aún para seguir
preparando "la elección" (es Dios el
que elige) con mucha oración para saber cuál
es la Voluntad de Dios al respecto. La
seriedad del tema así lo exige.
¡Todo lo que hemos especificado hasta aquí
en éste numeral es fundamental tanto en la
elección de Pastores como de Ancianos,
Diáconos, Copastores, Evangelistas, Maestros
de Escuela Dominical, Guardatemplos,
Secretarios, Tesoreros, etc!
B) Competir en las funciones
ministeriales. Como por regla general
los colaboradores más inmediatos son
personas de menor edad, NUNCA DEBE el
colaborador anidar en su corazón la idea de
competencia en las funciones ministeriales.
Debe sí absoluta fidelidad a quienes lo han
llamado como colaborador y le han confiado
un lugar de responsabilidad.
Satanás siempre se encargará de tratar de
provocar pensamientos (maniobras - chismes)
en la mente, el corazón y la boca de quienes
sirven a Dios para desacreditar a aquellas
autoridades que nos han dado un lugar junto
a ellas en las tareas de la iglesia. Nunca
olvidemos que todas estas maniobras nacen en
el mismo infierno y, si no las rechazamos y
repudiamos, tarde o temprano nos harán caer
en el mismo pecado original del diablo: el
orgullo.
C) Buenas relaciones. Las buenas
relaciones entre pastor y colaboradores
harán que, aunque alguno de ellos "se
salga del carril", el compañerismo, la
lealtad y el respeto forjado en el trabajo
mismo, le hará volver fácilmente (o luego de
muchas luchas) al camino correcto. La base
siempre tiene que ser La Biblia - aplicar
sus consejos y resoluciones.
La
primera obligación siempre es la de lograr
que el alejado RECAPACITE.
Si no se logra mediante charlas personales,
BUSCAR SIEMPRE la ayuda de otros
ministerios, ANTES de tomarse DECISIONES
PERSONALES o MEDIANTE VOTACIONES, que van a
afectar siempre a la Obra de Dios en general
o a la persona en particular (quizás de por
vida).
A) Situacion personal
"Si Dios te ha llamado a ser predicador
del Evangelio, no te rebajes a ser rey de
Inglaterra". Esta frase muy antigua y
memorial demuestra algo de lo que es la
dignidad del siervo de Dios (aún a los ojos
de quienes no conocen a Dios).
Debido a ello es que muchas cosas que
"cualquier" cristiano puede hacer, NO
LAS PUEDE HACER un siervo de Dios, fuere
cual fuere su ministerio. Quizás le son
lícitas, pero no le son convenientes - 1 Cor
6:12; 10:23-24
Luego de haber visto lo recién mencionado (y
sin poder entrar en los detalles - bastaría
que cada alumno estudie las dignidades de
los sacerdotes en el A.T. y las dignidades
de Cristo y los apóstoles como ejemplos en
el N.T.), hagamos una pequeña lista de qué
cosas se debe tener en cuenta si se quiere
servir a Dios, manteniendo siempre en alto
la reputación de nuestra profesión (no tanto
nuestra propia reputación personal).
a) ¿Cómo me visto? - 1 Ped 3:3-4
b) ¿Qué y cuánto como? - Rom 14:15 -
15:3
c) ¿Cuánto duermo? - Ec. 4:11; Jon
1:6
d) ¿Qué tiempo dedico al estudio? - 1
Tim 4:13
e) ¿Cómo me comporto en el ámbito
familiar? - Ef 6:1-4; 1 Tim 3:2-6
f) ¿Cómo administro la economía? - 1
Cor 4:1-4
g) ¿Cuál es mi trato con los no creyentes?
- 1 Tim 3:7
h) ¿Cuál es mi trato con los miembros de
la iglesia? - 1 Tim 5:1-4
i) ¿Cuál es mi trato con mis
colaboradores? - Rom cap 16
Tambien:
¿Qué leo? ¿Qué miro? ¿Qué escucho? ¿Cuál es
mi lenguaje? ¿A dónde voy? ¿De quienes me
rodeo? Nunca olvidemos que ¡SOMOS LO QUE
SOMOS, CUANDO ESTAMOS SOLOS!
B) Remuneracion de un obrero
No es fácil escribir sobre cantidades
específicas, pero sí podemos afirmar con
contundencia, que la remuneración de un
obrero SIEMPRE DEBE SER DE ACUERDO A LA
CANTIDAD Y LA CALIDAD DEL SERVICIO QUE
PRESTA en la Obra de Dios. Las autoridades
correspondientes (en la iglesia) deben velar
constantemente por ello.
C) Digno de su salario
El mismo debe ser medido (y abonado)
teniendo en cuenta:
a) Las posibilidades de la iglesia local -
de acuerdo a sus entradas regulares
b) Lo que el obrero aporta espiritualmente a
la Obra de Dios
c) Si cuenta con otra fuente de ingresos
economicos
Dos principios basicos sobre la dignidad del
salario en relacion con la moral propia:
* ¡Nadie tiene FUERZA MORAL suficiente como
para pedir ayuda si no la brinda! (es de muy
mal gusto invitar a otros insistentemente a
que le ayuden pero negarse consecuentemente
a ayudarles cuando se le solicite).
* ¡Nadie tiene FUERZA MORAL para enseñar
mayordomía si sólo son palabras ... y no
hechos en su propia vida personal! (que el
"vivir por fe" no resulte en una
forma velada y encubierta de pecar contra
Dios).
_______________________________________
Leccion
5 Influencias en el ministerio
_______________________________________
Pretender negar
que nos movemos influenciados por los demás,
no solo que es irreal sino que es tonto. De
muchas maneras, SIEMPRE los demás INFLUYEN
sobre nosotros mismos y sobre nuestras
actitudes y decisiones.
A) Imitaciones. Por lo tanto, es de
fundamental importancia cuidarse de las
IMITACIONES si realmente deseamos madurar en
nuestro ministerio. Debemos ser auténticos.
No imitadores.
B)
Influencias. Debemos siempre estar
dispuestos a recibir los buenos consejos de
otras personas (especialmente otros siervos
de Dios) y acatarlos. No sólo decir "Sí,
sí, sí" y luego seguir como antes - sin
ajustarnos a los mismos - Gál 2:8-10; 1 Cor
6:12
C) A tener siempre en cuenta. Siempre
existe el peligro de que seamos mal
aconsejados o influenciados. Por lo tanto,
hay dos o tres principios que tenemos que
tener en cuenta al aceptar un consejo, o al
permitir influencias en nuestra vida (aún
inconscientemente):
1 - Todo consejo tiene que ser conforme a La
Biblia
2 - Ningún consejo puede ser de tropiezo
para los demás
3 - Se debe tener muy en cuenta la forma
de vida (o ministerio) de quien nos aconseja
¡REPETIR ACTITUDES ERRÓNEAS es tan dañina
como la IMITACIÓN misma!
_______________________________________
Conclucion
_______________________________________
Durante la lectura y el estudio de la
presente lección, ha quedado claro que la
vida de un ministro de Dios es muy delicada.
Tanto en la esfera personal, familiar,
ministerial como pública. En la medida que
cada ministro sea consciente del fundamento
de la moralidad de sus acciones, él mismo
determinará sus principios de actividad y
las reglas de su conducta al transitar por
los caminos de la vida.
La vida como ministro de Dios exige que en
actos de la voluntad, se viva y actúe con
mucho cuidado agradando a Dios siempre ...
más que obedeciéndole. Y en la medida que se
permita que la Palabra de Dios, el Sano
Criterio y la Guía del Espíritu Santo sean
el ABC para conocer y vivir las reglas de la
Ética Ministerial, no sólo no se avergonzará
a Dios y Su Evangelio, sino que tampoco
seremos avergonzados en lo personal. Y por
ende, quienes nos rodean se sentirán muy
satisfechos, por no decir "orgullosos",
de nuestra vida, acciones y decisiones.
Cuando somos realmente aplicados en nuestra
labor ministerial, buscando siempre el bien
de los demás por encima de nuestra propia
satisfacción o reputación, sin duda que
vigilaremos que todas nuestras decisiones,
tomadas en el ámbito que sea, sean siempre
ejecutadas sobre la base de la inconmovible
Palabra de Dios que no tiene tiempo ni se
puede modificar por modas o modismos. Si lo
hacemos así, dichas decisiones nos llevarán
al éxito - medido con la vara divina - en
nuestra labor. Dios nunca ha prometido
premiar nuestro esfuerzo o logros. Él ha
prometido recompensar nuestras motivaciones
sanas y nuestra fidelidad a Él mismo ¡en
todo!
La vida de las almas que Dios ha confiado en
nuestras manos para su cuidado, son tan
valiosas para Dios que Él mismo envió a su
Hijo Jesús a morir por ellas. Por lo tanto
no espera menos de nuestra actitud hacia las
mismas. Quien las ama es capaz de ofrendar
su propia vida - en el altar del sacrificio
- por ellas.