Guardaos de los perros
Por el Rvdo: Luis M. Ortíz
Predicaba el gran Apostol Pablo con respecto a la
obra de Dios y al ministerio cristiano, es realmente admirable y
contundente, este iluminado hombre de Dios no confundía las cosas,
al mismo tiempo que se hacia el flaco, para atraer a los flacos, era
también muy cuidadoso y escrupuloso con los que traían deshonra a la
bendita causa de Cristo, y exhortaba a los hermanos a apartarse de
los tales. Al mismo tiempo que era tierno y blando como la que cría,
por el bien de los cristianos fieles, también era inflexible y
riguroso con los falsos creyentes a quienes llama corruptos,
hinchados, locos, contenciosos.
Al mismo tiempo que quería presentar o entregar la Iglesia a Cristo
como una virgen pura, también estuvo dispuesto a entregar a Satanas
a aquel impío y lascivo que estaba dentro de la Iglesia de Corinto.
Al mismo tiempo que se refería a sus colaboradores y ministros
fieles llamándoles hijos, y tenia estrecha comunión con ellos, así
también exhortaba firmemente en contra de los falsos predicadores,
diciendo: guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros
(Filipenses 3:2).
Según el diccionario una perrada es una acción villana, una
traición, una perrera es una rabieta, una perrería es un conjunto de
malas gente, una muerte de perros es morir sin arrepentirse. Porque
San Pablo usa el termino de perros para los falsos hermanos y falsos
predicadores, este calificativo era usado desde mucho antes de San
Pablo, para personas viles e indignas, y fue aplicado por el
Espíritu Santo de la misma manera en el A. T. en (Isaías 56:10-11)
son llamados perros mudos, que aman el dormir, comilones que buscan
su propio provecho cada uno por su lado. En el (Salmo 22:16) que es
el salmo mesiánico, el Espíritu Santo usa al salmista David, para
llamar perros a los que crucificaron a Cristo, "porque perros me han
rodeado; me han cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y
mis pies."
Y anteayer y ayer los hubo; hoy de que los hay los hay; y mañana
también habrá perros, o sea malos obreros. Hay quienes dicen ser
grandes profetas y profetizas, pero los tales espantan y desparraman
las ovejas, pues se ha visto en ellos torpeza, cometen adulterio,
andan en mentiras (Jeremías 23:2 y 14) " os alimentan con vanas
esperanzas, hablan visión de su propio corazón, no de la boca de
Jehová. (Jeremías 23:16); Y Asi con sus falsos mensajes se llevan
miembros de otras congregaciones, se quedan con el dinero de los
incautos, rompen matrimonios legítimos y los recasan con otras
personas, y con relación a los tales es que el Apostol San Pablo
advierte: guardaos de los perros. Hay los que se creen ser grandes
maestros, pero "sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman."
(1 Timoteo 1:7). Que "con hipocresía hablan mentira, teniendo
cauterizada la conciencia" (1 Timoteo 4:2).
"Maestros conforme a sus propias concupiscencias" (2 Timoteo 4:3),
trastornan casa enteras, enseñando lo que no conviene por torpe
ganancia" (Tito 1:11). Estos falsos maestros siempre tienen una
carnada de una y de otra verdad Bíblica, y luego vienen una variedad
de medias verdades, de aparentes verdades, abundancia de
interpretaciones propias y convencionales, y un semillero de
falacias y de engaños con ropaje de amor de compasión, de
comprensión y humanismo; pero los tales traen sobre sí mismos
perdición acelerada (2 Pedro 2:11). Y no olvidemos que con relación
a estos falsos maestros San Pablo amonesta: Guardaos de los
perros.
Hay quienes se consideran a si mismo ser grandes pastores, pero
no alimentan el rebaño del Señor, con la verdadera Palabra de Dios y
con la sana doctrina, no apacientan la Iglesia del Señor;
la cual Él gano con su propia sangre (Hechos 20:28). Lo que le
dan a los rebaños son interpretaciones humanas, dogmas, tradiciones,
ceremonias, ritualismos, vanas filosofías, intelectualismo,
humanismo, himnos con ritmos mundanos y sensuales, música de tierra
adentro y de tierra afuera, se apacientan así mismos, mientras las
ovejas se desparraman por falta de pastor (Ezequiel 34:2 y 9).
Trasquilan la gorda y no corroboran la flacas (Ezequiel 34:3 y 21).
Son perros mudos, soñolientos, aman el dormir, no conocen altura,
cada uno mira a sus caminos, cada uno saca su propio provecho
(Isaías 58:10-11). Lobos rapaces que se enseñorean del rebaño del
Señor. |
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