Usos y Costumbres Judias
Cultivo y Cosecha del Grano
Las numerosas referencias al cultivo del
grano en la ley de Moisés indica que se
esperaba que los israelitas vinieran a ser
un pueblo agricultor después de la entrada a
la tierra de Canaán, y que el cultivo del
grano viniese a ser una de las principales
industrias. Es un hecho notable que los
métodos que usaban para cultivar y cosechar
el grano son virtualmente los mismos que han
usado los agricultores árabes en Palestina
por siglos y hasta la actualidad.
PREPARACION PREELIMINARÍA PARA PLANTAR EL
GRANO
Se espera la lluvia antes de arar la
tierra. En Palestina el barhecho se hace
después que las primeras lluvias han
suavizado la tierra (cf. Sal. 65:10). Estas
lluvias usualmente llegan los últimos días
de octubre o los primeros días de noviembre.
Si no vienen en este tiempo, entonces el
agricultor debe esperar hasta que vengan
antes de barbechar su tierra. Job dice:
"Esperábame como a la lluvia" (Job 29:23). Y
Jeremías describe la falta de lluvias así:
"que se resquebrajó la tierra a causa de no
llover en el país; los labradores, cubrieron
sus cabezas" (Jer. 14:4). Una vez llegaba la
lluvia, el labrador industrioso principiaba
el barbecha de su tierra. "El perezoso no
ara a causa del invierno" (Prov. 20:4) Tal
hombre se recoge en su hogar y disfruta del
calor del fuego pero no cosechará.
El Dr. Thompson dice de un año en que los
agricultores esperaron hasta el mes de
febrero por lluvia suficiente para poder
arar sus tierras para la cosecha del grano.
La cosecha vino tarde, pero fue muy
abundante. Preparación para arar las
tierras. El labrador se prepara para labrar
su tierra después que las primeras lluvias
principian a caer si no lo hizo antes.
Pasará los días asegurándose que su arado
esté en buenas condiciones, y está listo
para entrar en acción. Necesita cortar y
afilar un nuevo aguijón para animar a su
yunta de bueyes. También tendrá que ver que
el yugo está listo y se adapta bien a los
cuellos de los animales. Un yugo pesado o de
mala forma desuella a los bueyes.
El Señor Jesús habló de "el yugo suave"
que prometió a sus seguidores (Mat. 11:30).
Cuando la tierra se ha suavizado lo
suficientemente por las lluvias, entonces el
barbecho de la tierra puede principiar.
EQUIPO USADO PARA BARBECHAR El Arado. Se
construyen en Siria y Palestina un tipo de
arado con dos vigas de madera que se
ensamblan y en la extremidad enfrente se
engancha el yugo; en la extremidad trasera
está asegurada la hita en cruz, la parte
superior que sirve como mango o mancera, y
la parte inferior a la que se asegura la
reja de fierro. A en la actualidad se ve en
muchas de las tierras bíblicas arando cn lo
que pudiera llamarse una "vara horquillada".
Los escritores de Biblia a menudo
mencionan rejas de fierro (1 Sam. 13:20,
etc.). Estos arados pueden, sin mucho
trabajo, convertirse en espadas para la
guerra. Por eso el profeta Joel dice: "Haced
espadas de vuestros azadones" (Joel 3:10).
Exactamente al revés de esta profecía se
sugirió por los profetas Isaías y Miquéas al
predecir la edad de oro (Isa. 2:4; Miq.
4:3). El yugo. El yugo es un pedazo de
madera tosca que se adapta al Pescuezo del
ganado. Dos palos se proyectan hacia abajo a
los lados, Y una correa al final de estos
palos que pasa bajo el pescuezo de] animal
mantiene el yugo en su lugar.
De estos yugos de madera a menudo se
habla en las Escrituras (Jer. 28:13 etc.).
El Aguijón. El aguijón lo lleva en la mano
el nativo cuando ara. También se usó en
tiempos bíblicos. Es una vara de madera que
varía en tamaño y es de metro y medio hasta
dos o más, con una punta aguda. Con ésta el
agricultor puede hacer apresurar los bueyes
en su movimiento lento. Fue con un aguijón
por el estilo Samgar mató a seiscientos
filisteos (Jue. 3:31). La convicción de
pecado que vino a Saulo de Tarso llevándose
a su conversión la comparaba con los
piquetes de un aguijón (Hech. 26:14).
ANIMALES USADOS PARA ARAR
Uso de los bueyes. En los tiempos
bíblicos casi exclusivamente se usaban los
bueyes para arar las tierras. Por esta razón
la expresión "un yugo" se usaba por los
hebreos con lo que querían dar la medida de
tierra que un yugo de bueyes podía arar en
un día. (cf. 1 Sam. 14:14; Isa. 5:10).
Bueyes, como usaban el término los hebreos,
quería decir animales de ambos sexos. Se
usaban las vacas lo mismo que los bueyes con
propósito de formar el tiro, pero estos
últimos los castraban.
Esto explica la razón de la ley que
especificaba lo concerniente a una vaquilla
usada para el sacrificio, fuera "sobre la
que nunca se puso yugo" (Núm. 19:2). La ley
de Moisés prohibía que se arase con un buey
y un asno en un mismo yugo (Deut 22:10). El
Apóstol Pablo habla del "yugo desigual" en
relación con unión de creyentes y no
creyentes (2 Cor. 6:14). En la actualidad
los árabes usan los bueyes para arar, aunque
algunas veces usan camellos, o un buey y un
asno, y a veces un camello y un asno.
PREPARACION DE LA TIERRA PARA LA COSECHA
Arar. El barbecho de la tierra a la
manera oriental es muy primitivo. El arado,
es cuando más un simple instrumento que
puede llevarse, si es necesario a una
distancia de tres kilómetros hasta el lugar
del trabajo por el agricultor. Por supuesto,
en relación con los implementos modernos,
puede decirse que apenas araña la tierra. El
que ara mantiene la mancera del arado en una
mano, y en la otra lleva el aguijón con que
anima a los animales. Jesús dijo: "Ninguno
que poniendo la mano al arado mira atrás, es
apto para el reino de Dios" (Luc. 9:62). El
describió con exactitud la operación al
decir "la mano", es decir una, más bien que
las dos como en el caso de un agricultor
occidental.
Sería fatal para el agricultor palestino
mirar hacía atrás, porque el implemento es
tan ligero, que el trabajador a menudo tiene
que cargarse sobre él con todo su peso para
evitar que salga del surco. Los agricultores
orientales algunas veces aran juntos, cada
quien teniendo su arado y yunta de bueyes, y
siguen de cerca al que precede. Esta clase
de club de agricultores se adopta como
protección de los ladrones beduinos, y
también porque se desea la cooperación
cuando las haciendas trigueras son grandes.
Eliseo fue encontrado por Elías arando con
otros once gañanes y un total de
veinticuatro bueyes (1 Reyes 19:19). El uso
de zapapico. Cuando la tierra está dura, en
las laderas rocosas no es posible usar el
arado.
En esos lugares, si el agricultor es
industrioso, preparará la tierra usando el
pico o el azadón. Isaías habla de "montes
que se cavaban con azada" (Isa. 7:25).
Usando este instrumento, todo el terreno se
aprovecha para la siembra. El agricultor
oriental muy raras veces usa fertilizante en
sus tierras al cultivar el grano. Algunas
laderas usadas por el labrador para su
sembrado tienen una cantidad pequeña de
piedras calizas, diseminadas en él. Parte de
la caliza de las piedras se disuelve con las
lluvias, y revolviéndose con la tierra la
enriquece para una buena cosecha de granos.
Estas piedras son las encargadas de
fertilizar la tierra. Los judíos modernos
que vuelven de Occidente a labrar sus
tierras, le añaden varias sustancias
químicas del Mar Muerto como fertilizantes
para su terreno. No se hace ninguna mención
en la Biblia de fertilizar la tierra para
las cosechas de granos. Jesús mencionó en
una de sus parábolas la estercoladura de la
higuera. (Luc. 13:1-9).
LA SEMBRADURA
Clases de grano que se siembra. Hay
varias clases de grano que se usa en
Oriente. Las dos principales clases de
granos que se cultivan en la antigua
Palestina eran trigo y cebada. En Antiguo
Testamento se menciona una vez el uso del
mijo (Ezeq. 4:9). En los tiempos modernos,
tanto el arroz como el maíz, se usan en
Palestina, aunque el primero se importa
principalmente. Cuándo y cómo se siembra la
semilla. El labrador, por lo regular, lleva
la semilla a su campo en un saco grande,
sobre un asno, después, la bolsa de cuero
que lleva bajo el brazo la llena con la
milla del saco grande. Como regla general la
semilla se esparce en todo lo ancho de la
tierra, y luego se cubre por medio del
arado, a menudo el sembrador camina a lo
largo del terreno esparciendo semilla, y
luego uno de la familia o algún sirviente,
si es que se tiene uno, le sigue
directamente con el arado. La palabra
bíblica "sembrar" que se usa en el
pentateuco (Gén. 26:12; Lev. 25:3, etc.
quiere decir "esparcir la simiente".
La siembra, como la ilustra Jesús en sus
parábolas. El proceso de la siembra y lo que
sucede a la semilla, está muy bien ilustrado
en la parábola del sembrador. No podría
encontrarse un mejor cuadro del proceso
oriental de sembrar el grano, que él que da
hace Jesús en esta parábola (Mat. 13:3-8;
Marc. 4:3-8; Luc. 8:5-8. "He aquí el que
sembraba salió a sembrar. Y sembrando, parte
de la simiente cayó junto al camino; y
vinieron las aves y la comieron" (Mat. 13:3,
4) - Había muy pocos caminos en conforme al
uso moderno de la palabra, hasta que los
romanos construyeron sus caminos, y éstos
sólo conectaban los lugares más portantes.
Porque se viajaba, ya fuera a píe, o por
medio de asnos y camellos, sobre simples
veredas, que era lo que había. Estas veredas
eran cedidas para el uso público según
costumbre antigua. Si tal vereda atravesaba
la tierra de algún labrador, él araba la
tierra hasta las orillas de la angosta
vereda, pero la dejaba libre para el uso de
los viajeros. Los evangelios sinópticos nos
dicen de Jesús y sus discípulos cómo
viajaron de esa manera al través de un campo
de trigo (Mat. 12:1; Marc. 2:23; Luc. 6:1).
Setos o cercas raramente se colocaban a lo
largo de tales veredas.
Cuando el labrador esparcía la simiente,
alguna naturalmente caían sobre el "camino",
y no siendo cubierta por el arado, pronto
los pájaros, al descubrirla, se la comían.
"Y parte cayó en pedregales, donde no tenía
mucha tierra; y nació luego, porque no tenía
profundidad de tierra. Mas en saliendo el
sol se quemó; y secóse porque no tenía raíz"
(Mat. 13:5, 6, ). La idea aquí no es de una
tierra plagada de piedras, sino de una capa
delgada de tierra que apenas cubre la roca
debajo. En estas condiciones el grano nacía
pronto, pero por carecer de raíces
profundas, se secaba por el fuerte sol y no
llegaba a madurar. "Y parte cayó en espinas;
y las espinas crecieron, y la ahogaron".
En Palestina y en Siria existen muchos
arbustos espinosos que crecen cerca del
grano en el campo y algunas de ellas crecen
entre el grano. El labrador nativo usa estos
arbustos espinosos en el verano para hacer
fuego y cocinar su comida, de allí que no
sea tan cuidadoso para quitarlos de los
lugares vecinos, y por eso algunos de ellos
ahogan el trigo o la cebada cuando es
pequeña. "Y parte cayó en buena tierra, y
dio fruto, cual a ciento, cual a sesenta y
cual a treinta". Los labradores nativos de
las tierras bíblicas siempre tienen muy
pocas ganancias de la simiente que siembran,
porque sus métodos son primitivos. Pero hay
ejemplos de buenas cosechas en tiempos
modernos. El Rvdo. George Mackie, que fue
misionero en Siria, ha dicho: "La tierra es
en muchos lugares excesivamente fértil, y la
utilidad corresponde a la cifra arriba
citada en la parábola".
Cuando Isaac sembró la rica sección del
Negeb del sur de Canaán, dice la Escritura:
"Y sembró Isaac en aquella tierra y halló
aquel año ciento por uno" (Gén. 26:12).
ENEMIGOS DEL GRANO Los Pájaros son enemigos
del grano. En el Oriente, grandes parvadas
de pájaros a menudo siguen a los
sembradores, cuando siembran la semilla,
para cogerla, si acaso pueden, cuando la
esparcen. Algo de la semilla así se pierde
antes que el arado la cubra. Aquella que
llega a caer en el camino instantáneamente
es devorada por las aves (Marc. 4:4). La
Cizaña también es enemiga del grano.
En su parábola de la Cizaña, Jesús dice:
"Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo,
y sembró el cizaña entre el trigo" (Mat.
13:25). En la Tierra Santa a la cizaña a
menudo se le llama "trigo silvestre", porque
se parece al trigo, sólo que sus granos son
negros. El Dr. Thompson dice lo siguiente
respecto a la cizaña: "El nombre árabe para
la cizaña es zawan, y abunda en todo
Oriente; y es una gran molestia para el
agricultor. El grano es pequeño, y se
encuentra en la parte alta del tallo, el que
permanece peladamente erecto. Su sabor es
amargo, y cuando se come separadamente o
cuando se diluye en el pan ordinario, causa
vértigos y a menudo actúa como vomitivo.
Es pues un fuerte veneno soporífico, y
debe cuidadosamente ser separado, y sacado
del trigo grano por grano, antes de molerlo
de otra manera la harina no es saludable.
Por supuesto los agricultores desean
ardientemente exterminarla, pero eso es casi
imposible". El Fuego es otro de los enemigos
del agricultor. En Palestina los árabes
dejan que el trigo sc madure mucho, y así
tan seco como una yesca lo cortan.
Las espinas crecen, por lo general, en
derredor del campo de trigo, y algunas veces
mezcladas con el grano, y así es muy fácil
que un fuego que principia se propague por
medio de las espinas y extenderse al trigo;
y es muy difícil mantener un campo de trigo
fuera de su alcance. La ley de Moisés tenía
un sabio reglamento acerca del fuego en
relación a los campos de trigo: "Cuando
hubiere un luego y hallare espinas, y fuere
quemando montón, o aza, o campo, el que
encendió el fuego pagará lo quemado" (Ex.
22:6). Las langostas son un enemigo muy
temido por los agricultores. Tal vez estas
criaturas son cl enemigo más odiado del
agricultor palestino. Son muy semejantes a
los chapulines que conocen los occidentales.
Cuando alcanzan la proporción de una
plaga, son realmente una vasta multitud (cf.
Jueces 6:5; 7:12) - Llegan a ocupar un lugar
tan extenso como el de quince a Veinte
kilómetros de largo y seis a ocho kilómetros
de ancho. Se dice que marchan como un
ejército. El libro de los Proverbios nos
relata un hecho interesante acerca de ellas:
"Las langostas no tienen rey, y salen todas
acuadrilladas" (Prov. 30:27). Cuando el
tiempo está frío y el aire húmedo, si llegan
a mojarse con el rocío, entonces se quedan
quietas allí donde están, hasta que el sol
las seca y calienta. El profeta Nahum las
describe así: "Que se sientan en vallados en
días de frío, salido el sol se mudan" (Nahum
3:17). El profeta Joel describe el juicio
del Día del Señor en términos de una
invasión de langostas. La plaga de langostas
oscurece la luz del sol a causa de su gran
multitud (Joel 2:2).
Antes de su venida, la tierra será como
el Edén, pero cuando se van, queda como un
desolado desierto (Joel 2:3). Su apariencia
se compara a la de los caballos, porque la
forma de su cabeza se parece a la del
caballo (Joel 2:4). Hacen un gran ruido
cuando comen (Joel 2:5). La consternación
que causan al pueblo de la tierra puede
describirse así: "Delante de él temerán los
pueblos" (Joel 2:6). Son capaces de entrar
por las ventanas y saltar las tapias o por
las puertas de las casas (Joel 2:9).
El hecho terrible es que algunas veces un
enjambre de langostas tras otro pueden
invadir la misma sección de terreno. El Dr.
Keil piensa que esto es lo que Joel 1:4
describe, más bien que las diferentes faces
en el desarrollo de la langosta. El traduce
literalmente este versículo, así: "Lo que
quedó de la roedora, comió la
multiplicadora, y lo que quedó de la
multiplicadora, lo comió la lamedora, y la
devoradora comió lo que de la lamedora había
quedado".
Los ladrones también son grandes enemigos
del agricultor. Esto es cierto especialmente
en los tiempos modernos cuando el gobierno
ha sido estable y eficiente, así como bajo
el yugo de los turcos. En estas condiciones,
cuando el grano se ha plantado distante de
villas donde los agricultores viven, o si ha
sido plantado a un cercano territorio de
alguna de las tribus feroces de árabes
beduinos, hay riesgo de perder la cosecha, o
al menos parte de ella. En muchas ocasiones
en tiempos bíblicos, Israel perdió su
cosecha que se robaron sus enemigos. Esto
fue el caso especialmente en tiempos de los
jueces. "Pues como los de Israel habían
sembrado, subían los madianitas, y los
Amalecitas, y los orientales" (Jueces 6:3).
Estando los enemigos cercanos, las
cosechas se encontraban siempre en peligro
de perderse, y aun la semilla era tomada a
menudo. Así que el agricultor rústico es muy
pobre, y su suplemento de semilla pan
siembra no es mucha, él continuará sembrando
su semilla con cierto temor y temblor,
pensando si levantará su cosecha o el se la
quitará.. Como los sentimientos de los
orientales son fácilmente cambiados, uno
puede imaginárselos yendo con lágrimas a
sembrar, luego si la cosecha llega a
madurar, con regocijo la recogerá, es el
cuadro que el salmista tenía en mente cuando
escribió lo que sigue: "Los que sembraron
con lágrimas, con regocijo segarán, andando
y llorando el que lleva la preciosa
simiente; mas volverá a venir con regocijo,
trayendo sus gavillas" (Sal. 126:5, 6).
LLUVIA Y MADUREZ DE LAS COSECHAS
Los campos de grano en Palestina dependen
grandemente de la lluvia para su fertilidad.
Pero no llueve de mayo a septiembre. La
primera lluvia dc que se habla en las
Escrituras cae en la última quincena de
octubre o a principios de noviembre, y por
lo regular esta lluvia es la señal para que
el agricultor principie a arar sus tierras y
plantar la semilla. También habla la Biblia
de las lluvias tardías, que ordinariamente
caen de marzo a abril, y esta lluvia es muy
valiosa para la madurez de las cosechas de
cebada y trigo. Las fuertes lluvias de
invierno vienen en la última quincena de
diciembre y duran los meses de enero y
febrero.
La profecía de Joel menciona estas tres
lluvias. "Porque os ha dado la primera
lluvia arregladamente, y hará descender
sobre vosotros lluvia temprana y tardía,
como al principio" (Joel 2:23). La palabra
"lluvia" aquí empleada, significa lluvia
fuerte, a grandes chorros que cae en los
meses de invierno, y la estación de lluvias
principia con la primera lluvia en otoño, y
termina con las lluvias tardías de la
primavera.
La cebada se cosecha en abril y mayo, y
el trigo en mayo y junio. Vemos así que
Jeremías está correcto en su orden de las
estaciones en relación al tiempo de la
cosecha, cuando decía: "Pasóse la siega,
acabóse el verano, y nosotros no hemos sido
salvos" (Jer. 8:20).
LA LEY DEL AGRICULTOR RESPECTO A LA
HOSPITALIDAD
Comer el grano en el campo. Cuando el
grano de trigo en el campo ha pasado la
"época de leche", y principia a endurecerse,
entonces se le llama fereek y se considera
delicioso al comerlo crudo. Los nativos de
la tierra le arrancan las espigas y luego
las remuelen entre las manos para comerlas.
Por siglos la ley tradicional de la
hospitalidad aunque no escrita, ha sido que
los viajeros pueden comer del trigo cuando
pasan por los sembrados, pero no deben
llevar nada consigo.
La ley de Dios concede este mismo
privilegio. "Cuando entrares en la mies de
tu prójimo, podrás cortar espigas con tu
mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu
prójimo" (Deut. 23) Cuando los fariseos
criticaron a los discípulos, no fue porque
comiesen trigo cuando atravesaban los
campos, sino por hacerlo en el día del
sábado (Luc. 6:1, 2). Grano dejado para los
pobres.
La ley mosaica estipulaba que debía
tenerse cuidado de los pobres, al cosechar
el grano. "Y segaréis la mies de vuestra
tierra, no acabarás de segar el rincón de tu
haza, ni espigarás tu siega, para el pobre y
para el extraño lo dejarás" (Lev. 23:22).
Ruth la moabita se aprovechó de esta
oportunidad como que era extranjera en la
tierra y así rebuscó en el campo de Booz
(Ruth, cap. 2). Los agricultores árabes de
esos tiempos siguen la misma costumbre
antigua, aun cuando no conocen bien el
precepto bíblico acerca de ello. Ellos no
pensarán tocar la esquina de su campo al
levantar su cosecha. Esto se deja para
pobres y para los extranjeros. Puede
recogerse más tarde en montón, pero se dará
a los pobres, o se usará para mantener
cámara para huéspedes.
CORTE Y TRANSPORTE DEL GRANO MADURO
Corte del grano maduro. El grano maduro
se corta con la b Muchas veces éstas eran
manufacturadas con pedernal, cuyo material
abunda y por eso resultan baratas. Tiempos
después alguna se hacían de bronce o de
hierro, pero las primeras han prevalecido
más en todos los períodos. El pedernal
primeramente se pone una quijada de un
animal, o en un pedazo curvo de madera. El
profeta Jeremías habla de "el que tiene hoz
en tiempo de la siega" (Jer. 50:16). Y el
profeta Joel manda: "Echad la hoz, porque la
mies está ya madura" (Joel 3:13).
La paja se hace en gavillas. El grano
cortado se junta bajo el brazo y se amarra
en gavillas. El salmista se refiere al
guadañero que llena su mano, y el atador de
manojos llenando su seno ( Salmo 129:7). Y
el Cantar de los Cantares de Salomón habla
de un montón de trigo (Cant. 7:2). José en
su sueño vio se que hacían manojos en cl
campo (Gén. 37:7).
Así el grano cortado se juntaba en los
brazos y luego fue atado en gavillas.
Transporte del grano al trilladero. El
método más usado de transportar el grano al
trilladero es como sigue: Dos manojos
grandes de grano se aseguran por medio de
una red de sogas poniéndose luego a unos
cuantos pies de distancia uno de otro.
Entonces se hace arrodillar al camello en el
lugar entre los dos manojos, y luego éstas
se aseguran a la albarda del animal. El que
guía da la señal y el camello se levanta y
principia a caminar hacia el trilladero que
se encuentra no lejos de la villa. Aquí el
camello se arrodilla de nuevo y se le alivia
de su carga, y va luego a seguir trayendo
más. Cuando se tenía un camello, fue
indudablemente el método de transporte que
más se usaba en los tiempos de la Biblia. De
otra manera, usaban asnos con este mismo
propósito.
Cuando la paja y el grano se carga en un
asno, se suspende de la silla plana una
especie de cuna, que se pone al asno y el
grano cortado se arroja sobre esta y se ata
con una soga. Los hermanos de José usaron
asnos para llevar los costales de grano, y
también paja para alimentarlos (Gén. 42:26,
27). TRILLO DEL GRANO Trilladora. Una
trilladora típica de Oriente es y ha sido
descrita por el Sr. Thomson de la manera
siguiente: "La construcción del piso es muy
sencilla. Un espacio circular diez a
diecisiete metros de diámetro, se nivela, si
no lo está ya naturalmente, y la tierra se
alisa golpeándola sólidamente para que la
tierra no se mezcle con el grano al
trillarlo.
Con tiempo, los pisos de estos
trilladeros, especialmente los de las
montanas, se cubren con un césped macizo y
duro, las más hermosas y a menudo los
lugares más verdes al derredor del pueblo y
allí los viajeros se deleitan al levantar
sus tiendas: David las llama trilladora de
verano; y este es el nombre más apropiado
para ellas, ya que se usan solamente en esa
estación del año". Maneras de trillar. Tres
métodos de trillar se usaban en los tiempos
antiguos, y en algunos lugares de Oriente
aún se usan en la actualidad. Se usaba un
mayal para trillar cantidades pequeñas del
grano. Ruth debe haber usado este
instrumento de madera cuando desgranó lo que
había rebuscado, lo cual era como un epha de
cebada (Ruth 2:17).
Sin duda alguna también Gedeón usó dicho
instrumento cuando estaba trillando
secretamente una pequeña cantidad de trigo,
por temor del enemigo. "Gedeón estaba
sacudiendo el trigo en el lugar para hacerlo
esconder de los madianitas" (Jue. 6:11). A
menudo se usaba una máquina para trillar. Un
tipo primitivo de trilladora que se usaba en
las tierras bíblicas actualmente se compone
de dos tablas de madera unidas, de un metro
de ancho y dos de largo, y en la parte
inferior tienen hileras de aguieros
cuadrados, y se forzan en ellos afiladas
piedras o piezas de metal. Isaías describe
muy bien tal instrumento: "He aquí que yo te
he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de
dientes" (Isa. 41:15).
Esta tabla trilladora, es tirada por los
bueyes sobre el grano y el trillador se
sienta o se para sobre el instrumento con la
garrocha en la mano para animar a las
bestias. Otro tipo de máquina trilladora
tiene la forma de un pequeño vagón con
ruedas cilíndricas, bajas, que sirve como
serrucho. El profeta debe haber estado
pensando en esta clase de instrumento cuando
mencionó "la rueda de carreta" en conexión
con las actividades del agricultor cuando
trillaba. (Isa. 28:27, 28). Los bueyes solos
son guiados sobre el grano para trillarlo.
Este método era el más común usado por los
judíos en tiempos del Antiguo Testamento.
Los animales se soltaban sobre la capa de
grano como estaba sobre el trilladero.
Muchos de los árabes ahora dirán que este es
el mejor método de trillar el grano.
Este debe haber sido el mismo en los días
de la Biblia, porque el verbo hebreo
traducido "trillar" es doosh cuya raíz
significa "pisotear" (cf. Job 39:15; Dan
7:23). A los bueyes no se les embozaban
cuando trillan. Aun en estos tiempos el
labrador árabe no emboza a sus bueyes cuando
anda pisando el grano en el trilladero.
Dicen ellos que será un gran pecado hacerlo.
Esto está de acuerdo con las enseñanzas de
la ley mosaica "No pondrás bozal al buey
cuando trillare" (Deut. 25:4). El apóstol
Pablo menciona este texto para reforzar su
argumento que "Digno es el obrero de su
jornal" (1 Cor. 9:9; y 1 Tim. 5:18).
Lo que el procedimiento de trilllar
efectúa. Lo que sucede ha sido descrito de
la manera siguiente: "Mientras estas pesadas
rastras se mueven sobre la cubierta de paja
y mazorcas, ellas restregan el grano. Este
por su peso y forma se hunde a través de la
paja, y así escapa el ser triturado. La paja
que por su ligereza se queda en la
superficie, lentamente se tritura en
pequeños pedazos. Así se lleva al cabo un
doble propósito por efecto de este sencillo
y efectivo tratamiento.
No sólo se trilla el grano, sino que paja
al mismo tiempo queda preparada para forraje
para el ganado. En este estado de
trituración se le llama teben y se usa
mezclado con la cebada para alimento de
todos los animales, de la misma manera que
nosotros mezclamos el heno cortado con la
avena: pero esta trituración es muy superior
a nuestro picadero como un medio para
preparar el alimento del ganado".
SEPARACION DE LA PAJA Y EL GRANO
La separación de la paja y el grano se
lleva al cabo por medio ya sea de una pala
ancha o una horquilla de madera que tiene
doblados los dientes. Con este instrumento
el tamo, la paja y el grano se avientan
contra el aire. Como generalmente hay una
brisa que sopla por las tardes, este es el
tiempo apropiado para hacer este trabajo.
Así fue como Noemí dijo a Ruth acerca de
Booz: "He aquí que él avienta esta noche la
parva de las cebadas" (Ruth 3:2). Cuando la
Biblia habla del bieldo del agricultor, no
quiere decir que se usara algún instrumento
para aumentar el viento. Más bien, el bieldo
era la pala o la horquilla de madera que se
usaba cuando el grano y la paja juntos eran
arrojados al viento. El profeta Jeremías
habla de Dios usando el bieldo para separar
su pueblo Israel: "Y aventélos con aventador
hasta las puertas de lo tierra" (Jer. 15:7).
Cuando el grano y la paja están juntos,
son arrojados al aire, el viento hace que el
montón de material caiga como sigue: Ya que
el grano es el más pesado, naturalmente cae
debajo del bieldo. La paja es llevada por el
viento a un lado formando un montón y el
tamo más ligero y el polvo son llevados
lejos por el viento. Esto dio al salmista su
figura: "No así los malos: sino como el tamo
que arrebata el viento" (Sal. 1:4). El tamo
se quema, como lo indican a menudo las
Escrituras: "Como la lengua del luego
consume aristas" (Isa. 5:24). Juan el
Bautista estaba familiarizado con el proceso
de aventamiento y el tamo quemado. El dijo:
"Su aventador en su mano está y aventará su
era: y allegará su trigo en el alfolí y
quemará la paja en fuego que nunca se
apagará" (Mat. 3:1 Luc. 3:17).
El doctor Lambie reporta haber visto un
proceso adicional usado por los árabes de
las tierras bíblicas. Después de aventar
contra el viento, el grano se pone sobre una
roca y el agricultor usa una estera como de
cuarenta y cinco centímetros en cuadro con
el cual avienta el grano, mientras que un
ayudante se ocupa de voltearlo a fin de
quitar cualquier tamo que hubiere quedado.
No hay referencia definida de esta práctica
en la Biblia, pero posiblemente este método
puede haberse practicado en tiempos
antiguos, como medio adicional para limpiar
el grano, o quizá se empleaba cuando se
paralizaba el viento.
EL CERNIDO DEL GRANO
Al terminar el proceso del aventamiento,
luego viene el de cernir el grano. El trigo
y la cebada estarán más o menos revueltos
con cierta cantidad de tamo, pequeñas
piedrecillas y quizá algo de cizaña. Por eso
se hace necesario cernirlo antes que el
grano sea molido. Esta tarea es para las
mujeres. La que lo cierne se sienta en el
suelo y sacude el cedazo que contiene el
grano, hasta que el tamo principia a
aparecer encima, luego éste es arrojado a
fuerza de aire del pulmón. Luego las
piedrecillas son removidas juntamente con la
cizaña. El Señor Jesús, se refirió al
zarandeo de Simón Pedro cuando dice: "Simón,
Simón, he aquí Satanás os ha pedido para
zarandearos como a trigo; Mas yo he rogado
por ti que tu fe no falte: Y tú, una vez
vuelto, confirma a tus hermanos" (Luc.
22:31, 32).
ALMACENAMIENTO DEL GRANO
Cantidades pequeñas de grano a menudo se
almacenan para uso futuro de la familia, en
tinajas o botijas hechas de una combinación
de arcilla y mimbres. Si las cantidades de
grano son mayores, se guardan en una
cisterna subterránea, y la localización del
lugar se guarda en secreto, cubriéndose la
abertura. Pero en verdad, no había tinajas o
botijas de harina en los hogares en los
tiempos del Antiguo Testamento. Una mejor
traducción de la palabra "tinaja", será
"jarra". Para almacenar granos y harina se
usaban jarras de barro. (cf. 1 Reyes 17:12,
14, 16; y 18:34). Tanto las cisternas
subterráneas como las construidas encima de
la tierra, se han usado para almacenar
granos en los tiempos modernos.
En la Biblia existen tres palabras para
los lugares de almacenamiento de los granos;
el granero, el alfolí y los trojes (Deut.
28:8; Mat. 3:12; Prov. 3:10). Estos lugares
frecuentemente se localizaban bajo la
tierra. Los trojes del rico insensato de que
nos habla Cristo, deben haber sido del tipo
adelantado, porque él dijo: "Derribaré mis
alfolíes, y los edificaré mayores" (Luc.
12:18). Cuando los excavadores descubrieron
la ciudad de Gezer, descubrieron los
graneros que habían sido importantes
construcciones de tiempos antiguos.
Algunos de ellos se conectaban con
lugares privados, mientras que otros eran
graneros públicos, evidentemente. La mayoría
de ellos eran de forma circular, semejantes
a algunas que han estado en uso en los
planes marítimos de Palestina en años
recientes. Su tamaño variaba grandemente.
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